Desde su lanzamiento en noviembre del año pasado a la fecha, Volvo Buses ha comercializado 700 vehículos 9800, así lo informó Rafael Kisel, director general de la firma en México.
Clientes como ADO, Primera Plus y Pullman de Morelos ya cuentan con estos vehículos, que con la ligera recuperación que ha mostrado el segmento de foráneos, Volvo Buses proyecta un año de crecimiento en su participación de mercado.
Tan sólo en lo que va del año, Kisel detalló que han registrado una participación de 41% y su cálculo hacia finales de 2016 es que el segmento coloque entre 1850 y 2,000 unidades, de las que Volvo podría comercializar entre el 35 y 40 por ciento.
Y en cuanto al segmento urbano, el directivo explicó que siguen avanzando proyectos con distintos gobiernos del país y que su vehículo híbrido representa una gran oportunidad para las tendencias ecoamigables.
Integración infantil con sus clientes
Por quinto año consecutivo, Volvo Buses organizó su ya tradicional convivencia infantil para que las nuevas generaciones conozcan los valores de la armadora sueca y, en la gran mayoría de los casos, vivan la misma experiencia que experimentan sus padres en una jornada laboral de rutina.
Y es que la idea de este evento es que durante dos semanas, hijos de empleados de Volvo Buses asistan a la planta mexiquense y disfruten un espacio diseñado para ellos, por parte de los departamentos de Recursos Humanos y Marketing.
El último día de actividades, Volvo suele invitar a hijos de un cliente emblemático, que en este caso fue ETN. Los menores fueron recibidos por Rafael Kisel, director general de la empresa, quien resaltó la importancia de la calidad, seguridad, responsabilidad y cuidado del ambiente en los procesos de la firma.
Previo al recorrido por la planta, los niños recibieron una plática multimedia sobre el bullying y sus afectaciones. Ahora sí, en un recorrido guiado tuvieron oportunidad de conocer los procesos de ensamble de autobuses como el 9800, que sigue dejando buen sabor de boca tanto a Volvo como a sus clientes.
Finalmente, los pequeños visitantes protagonizaron actividades organizadas y remataron con una prueba de agua a bordo del 9,800: para certificar que una unidad nueva no tiene filtraciones, es sometida a 30 minutos de “lluvia” proveniente de arriba y de los lados del vehículo.
Para esta edición, la planta en Tultitlán de Volvo Buses recibió a cerca de 400 niños en las dos semanas.