Generar la energía suficiente para la electromovilidad total del transporte público en el país es el reto que tiene a corto plazo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), advirtió el Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales Pallares.
En el marco de las actividades por el cuarto aniversario de labores de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Energía y Movilidad (UPIEM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Rosales señaló que solo la CFE tiene la capacidad de generar electricidad en el país; por ello, no existe la posibilidad de que las empresas sean subsidiarias solamente para proveer al transporte público.
A pregunta expresa sobre la posibilidad de que la iniciativa privada se hiciera cargo de abastecer de energía a este tipo de movilidad, el Presidente de la AMTM rechazó que la iniciativa privada se encargue de abastecer de energía a este tipo de movilidad.
Explicó que el gran reto será construir la infraestructura adecuada para el abastecimiento de las unidades a gran escala; agregó que la recarga de las baterías para las unidades eléctricas lleva de cuatro a seis horas.
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Electromovilidad como factor de cambio
Rosales impartió la ponencia «El camino de la electromovilidad en el transporte público»; ahí detalló que, a mayo de 2023, en América Latina existen alrededor de 4,150 autobuses eléctricos que forman parte de sistemas de transporte locales.
El Presidente de la AMTM informó que, de esos 4,150 autobuses, Colombia ocupa el primer lugar, con 1,589; Chile el segundo con 1,223, y México el tercero, con 623.
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El especialista destacó que el desarrollo de la electromovilidad como factor de cambio tecnológico implica innovación y desarrollo; indicó que no solamente se trata de conseguir la eficiencia de las baterías, sino también la implementación de una infraestructura de carga adecuada y la adopción de políticas y regulaciones favorables.
«Estos cambios tecnológicos implican el desarrollo de nuevos talentos que constribuyan a disminiuir la huella de carbono y reducir las emisiones contaminantes, que ayuden a mejorar la calidad del aire en las ciudades, así como la salud y calidad de vida de los usuarios y el desarrollo de las ciudades», agregó.
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