Los autobuses con motor diésel y tecnología de emisiones Euro VI del Metrobús reducen la concentraciones máximas de PM2.5 en la cabina de los vehículos en un 80%, mientras que los autobuses Euro IV y Euro V las reducen en 35%.
Lo anterior se desprende de un estudio realizado durante tres años por investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el que se advierte que la exposición de los vehículos a los topes en la ciudad aumenta la exposición a los contaminantes.
De acuerdo con el estudio, la presencia de topes aumenta la exposición a contaminantes y el consumo de combustible hasta 60% para los vehículos de carga, de 44 a 48 por ciento para los vehículos ligeros y de 54 a 71 por ciento para los autobuses.
En tanto, el empleo de autobuses de última generación Euro VI en la línea 7 del Metrobús permite que la exposición a partículas contaminantes de los pasajeros dentro del vehículo sea, incluso, menor que en otras líneas de ese medio de transporte.
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Exposiciones del Metrobús, cercanas a las del Metro
El investigador Arón Jazcilevich Diamant detalló que en el trabajo -hecho en conjunto con Iván Hernández Paniagua, ambos del ICAyCC- se evaluaron los impactos de las progresivas actualizaciones tecnológicas vehiculares en las líneas 1, 2 y 7 del Metrobús; así como 1 y 2 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en diferentes horas del día.
Para ello, se recolectaron muestras de PM2.5 y se midieron las concentraciones en tiempo real, desde octubre de 2017 hasta marzo de 2020, dentro de las cabinas de autobuses BRT equipados con estándares de emisiones de diésel Euro IV, V y VI en el Área Metropolitana de la Ciudad de México.
Especialmente las concentraciones de material particulado PM2.5 y diversos hidrocarburos poliaromáticos (HAP) a los que suelen estar expuestos los usuarios, añadió.
Los resultados indican que las concentraciones máximas de PM2.5 en la cabina disminuyeron significativamente (p < 0.05) en 35% de los autobuses Euro IV a Euro V, y en 80% en los Euro VI con motor diésel.
Este último es bastante limpio: en cabina (dentro del autobús) la exposición está casi a la par con las concentraciones de la estación del Metro más cercana; se evidenció que entre más antigua es la tecnología, mayor es el riesgo, comentó el investigador.
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Peatones lentos, los más expuestos
El estudio también revela que los peatones que caminan lento tuvieron un tiempo de exposición 17% más a la polución, respecto a quienes lo hacen más rápido. Adicionalmente, los corredores y ciclistas la redujeron hasta en 57 por ciento y 73 por ciento, respectivamente, en comparación con los caminantes.
Jazcilevich Diamant recordó que es necesario tener una estimación precisa de inhalación de contaminantes atmosféricos, a fin de evaluar de manera realista los riesgos y diseñar e implementar de estrategias para controlarlos.
Es decir, se debe conocer lo que verdaderamente respira un ciudadano para ponderar cuáles son las políticas a seguir, para aminorar la situación, concluyó el experto.
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