Una reciente investigación del American Transportation Research Institute (ATRI) identificó numerosos desafíos relacionados con el uso de cámaras a bordo de los camiones, ya sea orientadas al conductor (DFC, por sus siglas en inglés) o a la carretera (RFC). 

Este análisis, basado en la adopción de esta tecnología por flotas estadounidense, no solo identifica los retos sino que comparte estrategias clave para mejorar la aprobación de los operadores y recomendaciones para aprovechar mejor estos dispositivos para mejorar la seguridad, la privacidad y el uso en caso de accidentes.

Operadores y la privacidad

Debido a que hay algunos conductores que utilizan cámaras que se activan en caso de un incidente, privilegiando su privacidad, se sugiere usar DFC basados en eventos en lugar de tenerlas en registro continuo

También, señala ATRI, las compañías pueden activar un “modo de privacidad” de la cámara, de tal manera que esté inactiva siempre que un camión esté estacionado.

En este sentido, sugiere trabajar con los proveedores de sistemas de cámaras en la cabina para identificar la sensibilidad de activación adecuada para su operación y cultura empresarial.

Para salvaguardar cierta información, operadores, expertos legales y aseguradoras coinciden en que sólo determinado personal, como los directores de seguridad, tengan acceso a las imágenes generadas por las cámaras, ya que el estudio demostró que el 47% de los conductores encuestados consideran que las empresas deberían limitarlo.

Asimismo, los transportistas pueden considerar el uso en todos los vehículos de la empresa –como unidades de patio– para reducir la sensación de que los conductores de camiones son el objetivo exclusivo.

Leer: Cámaras a bordo tienen baja aprobación de operadores en EU: estudio

Aliados en la capacitación

Por otro lado, debido a que los conductores nuevos – o con menos de un año de experiencia – tienen índices de aprobación generales más altos para las DFC y RFC, ATRI sugiere utilizar esta tecnología desde la capacitación, de forma productiva y transparente, para generar confianza desde el principio. 

De hecho, el estudio mostró que la aprobación general de los conductores aumentó en un 87% cuando sus empresas utilizaron imágenes para desarrollar programas de seguridad preventiva, formación y actualización para operadores. 

ATRI considera en su estudio que, al utilizar estas tecnologías en la capacitación, se deben enfocar en resolver comportamientos recurrentes o significativos, con énfasis en los resultados y el desarrollo de habilidades, y evitar clasificar comportamientos menores o aislados como incidentes importantes.

Agrega que los entrenadores también deben usar las DFC para obtener comentarios e incentivos positivos entre los colaboradores. 

Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: