Si bien lo más importante de un vehículo es su funcionamiento mecánico, el correcto mantenimiento para el exterior también es importante, ya que una unidad limpia y presentable siempre hablará muy bien de su dueño.
Además, en el autotransporte cobra una mayor relevancia, ya que los autobuses o tractocamiones también son la imagen de una empresa que ofrece un servicio, y sin duda, los clientes también se fijan y valoran un vehículo que luce cuidado y con buena presentación.
Es por eso que en esta entrega repasamos cinco grandes enemigos para la pintura de un vehículo, a fin de tomarlos en consideración y tener un cuidado especial con estos factores que pululan por toda la 57 y hasta cuando las unidades están detenidas.
- El sol
A pesar de todas las bondades del astro rey, la constante exposición suele “quemar” la pintura automotriz, y la principal consecuencia es ostensiblemente visible, ya que provoca un aspecto opaco y casi sin vida en las unidades.
Además de lavar constantemente el vehículo, especialistas recomiendan encerarlo al menos dos veces al año, ya que esto ayuda a “rebotar” la radiación del sol y mejor ese aspecto sin brillo ante la exposición del sol.
- La salinidad
Si bien este concepto está relacionado con zonas cercanas al mar, la verdad es que el ambiente está lleno de todo tipo de sales y minerales que, con el paso del tiempo, también se ven reflejados en la pintura de un tractocamión o de un autobús.
También la sal en el agua provoca esa corrosión que se va “comiendo” la pintura de los vehículos. Y al respecto, la principal recomendación también es encerar la unidad, sólo que si hay mayor exposición en zonas costeras, este procedimiento debe ser al menos cada tres meses.
- Desechos animales
Éste es de mayor frecuencia, ya que basta estacionarse bajo un árbol para encontrar un “recuerdito” por parte de algún ave. Y sí, parece inofensivo, sin embargo, son desechos llenos de ácidos que también van apagando el brillo y el color de la pintura de tu vehículo. En general, los resultados son manchas que se van haciendo más visibles con el tiempo.
Además de lavar y encerar la carrocería de la unidad, es recomendable traer contigo siempre un trapo completamente limpio para remover esta suciedad en cuanto la veas, ya que generalmente se deja ahí hasta que la unidad es lavada.
- Los propios fluidos del vehículo
Aunque esto es menos frecuente, también sucede, ya que las fugas de líquido de frenos o de algún lubricante en la unidad suelen dejar su huella en la pintura, ya que al ser vehículos en constante movimiento, la propio aerodinámica deja estos rastros en la pintura.
Lavar, encerar y ahora también pulir son las principales recomendaciones, además del trapo mencionado antes ayudará a conservar por mayor tiempo el brillo y la vividez en el color de tu tractocamión o autobús. Revisa constantemente que no haya estos residuos químicos ni dentro del motor ni en la carrocería.
- Un trapo sucio
Luego de haber hecho hincapié en el uso de un trapo limpio en los puntos anteriores, esto cobra mayor relevancia cuando se trata de lavar el vehículo, ya que si se trata de un lienzo sucio, las consecuencias también serán notorias, pues éstos acumulan tierra, polvo y otros elementos que pueden dañar la pintura de la unidad.
Es por eso que hay que tener a la mano siempre piezas de repuesto, ya sean nuevas o totalmente limpias, para evitar estos daños.
Te recomendamos: Cómo pasar de 3.36 a 3.47 km por litro en el consumo de diésel