Damaris Uribe López es una mujer mexiquense de 38 años de edad. Vive en un rancho en Texcoco, donde sale a caballo, convive con vacas y la vida es apacible y tranquila. Así eran sus días antes de saber de la convocatoria de Conductoras Scania. 

Envió su solicitud y fue aceptada. Debía mudarse desde el Estado de México hasta Tijuana por varias semanas, pues sabía que Conductoras Scania era su oportunidad para hacer realidad un sueño que le nació desde la infancia. 

Ella recuerda que cuando era pequeña, veía que en su pueblo había personas que tenían tractores y camiones; le gustaba verlos trabajar y seguido les preguntaba si se podía subir, pero siempre se negaron. 

Ella no olvida ese sentimiento, y aunque no pudo subirse a esos tractocamiones, siempre lo tuvo presente. Creció, fue a la escuela y empezó a tener sus primeros trabajos. 

Siempre tomó cursos para mantenerse actualizada. Ya sea de computación, de inglés o más recientemente de redes sociales, Damaris aprovechó cada oportunidad y se mantuvo vigente. 

Y bueno, hasta que le llegó la oportunidad de Conductoras Scania no lo dudó y rápido alistó sus cosas y se fue para el norte. Con experiencia en cursos, considera que éste ha sido de los mejores, ya que a nivel técnico, emocional y hasta humano, le ha dejado mucho, no solo para el oficio sino para su vida en general. 

Su último trabajo fue como vendedora en una tienda, pero ahora, con el nuevo año, espera que pronto pueda conseguir un trabajo como operadora, pues el curso que acaba de tomar, sin duda, le dio las herramientas necesarias para iniciar esta aventura. 

Es soltera, no tiene hijos y vive sola, de tal manera que cambiar de residencia no representaría ningún obstáculo para ella. Al contrario, está dispuesta a muchos cambios con tal de hacer realidad esta profesión. 

Además de agradecer a quienes hicieron posible Conductoras Scania, también quiere enviar un mensaje importante a todas las mujeres mexicanas que tengan la inquietud o el deseo de convertirse en operador o cualquier otro oficio en el que no haya muchas mujeres. 

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Quiere decirles que es posible, que existen opciones y que no dejen de intentarlo y esforzarse para conseguir sus sueños, pues se pueden hacer realidad.