Una adecuada gestión de flota se traduce en mayor nivel de uptime, disminución de costos de operación y reducción de costos de mantenimiento; así que para poder incidir de forma positiva en estos aspectos, es necesario realizar acciones en cuatro grandes rubros: configuración del tren motriz, parametrización, mantenimiento y recurso humano, señaló Antonio Cervantes, gerente regional de Ventas en Cummins.
Durante el seminario “Transformando los Negocios en un Éxito”, organizado por la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), el especialista de Cummins compartió con el nivel gerencias de las empresas de autotransporte, una serie de recomendaciones para incrementar la productividad y rentabilidad de las flotas.
El primer tema a considerar es la adecuada configuración del tren motriz de las unidades de la flota. Para lograrlo, señaló Cervantes, hay que tomar en cuenta que la velocidad de las unidades debe ajustarse con base en las revoluciones óptimas de operación del motor.
Precisó que, los motores EPA98 manejaban rangos de entre 1,400 a 1,600 RPM´s, mientras que las plataformas actuales alcanzan su ciclo óptimo entre las 1,100 y las 1,400 RPM´s, lo que se traduce en mayor eficiencia de combustible.
El especialista recomendó analizar los diseños de los trenes motrices disponibles en una empresa y asignarlos a rutas en las que puedan ofrecer mejor desempeño y eficiencia. Comentó que al momento de realizar la compra de una nueva unidad, lo más adecuado es dejarse asesorar por los expertos de cada marca para juntos determinar la configuración óptima con base en la ruta, carga y requerimientos operativos.
Señaló que el equipo aliado es un aspecto que también influye al momento de la configuración y, su adecuada elección repercute directamente en un mayor o menor consumo de diesel. Al respecto, recomendó, en la medida de lo posible, disminuir la separación entre el remolque y la parte posterior del remolque, lo que representará menor resistencia al aire, por lo tanto, mayor eficiencia de combustible.
La mayor atención en la configuración de las unidades se verá reflejada en mejores prácticas y técnicas de conducción, operación más silenciosa, incremento en la vida útil del motor, mejor desempeño del vehículo, disminución en costos de operación y de mantenimiento, así como una mejora de alrededor del 5% en el consumo de combustible.
El segundo gran rubro señalado por Antonio Cervantes es la programación electrónica del motor, En este sentido, el especialista recomendó realizar un check list de una serie parámetros que deben ser tomados en cuenta, pues influyen directamente en el rendimiento de la unidad: porcentaje de utilización del control crucero, de utilización de la máxima velocidad vehicular, de la operación en ralentí y PTO, del factor de carga, de utilización del último cambio de la transmisión, promedio de velocidad vehicular, uso de los frenos de servicio, conteos de frenadas de pánico, economía de combustible y presencia de códigos de fallas activos e inactivos.
Otro de los temas de mayor relevancia para incidir directamente en la productividad de la flota es el mantenimiento preventivo. Lo principal en este rubro es analizar las recomendaciones y periodos establecidos por el fabricante, contar con los insumos (combustible, aceites, aditivos, anticongelante, filtros, DEF) adecuados y homologados para realizar los servicios y apostar por herramientas manuales y electrónicas óptimas para la atención de las unidades.
Dentro de este mismo tema, también hay que considerar el mantenimiento de los diferentes componente de la unidad, los cuales pueden inspeccionarse visualmente en cada carga de combustible o diariamente.
Los aspectos que recomendó revisar son: instalación adecuada y libre de desgastes en abrazaderas, tuberías, mangueras y bandas. Sistema neumático, ventilador, niveles del motor, presión apropiada de llantas. En caso de detectar alguna anomalía debe ser atendida de inmediato para evitar cualquier avería mayor.
Finalmente, el cuarto rubro responsable de la gestión exitosa de una empresa de autotransporte es el recurso humano, para ello, expresó Antonio Cervantes, la clave está en una adecuada capacitación para explotar sus aptitudes e incrementar su grado de especialización en determinada labor.
Sugirió generar una retícula de cursos para todo el personal, diseñar un calendario de cursos (40 horas al año), presupuestar recursos para capacitación.
Por otro lado, el experto de Cummins habló también de la relevancia del recurso económico, pues es necesario contabilizar, calcular, crear, controlar y utilizar un presupuesto de acuerdo con las necesidades, operación, giro y tamaño de la empresa, el cual debe ir enfocado a la capacitación, insumos de mantenimiento y herramental.
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