La inseguridad en México vive un momento crítico, con enfrentamientos entre grupos del crimen organizado en Sinaloa, el denominado Culiacanazo. En poco más de una semana, la violencia generada ha cobrado más de 35 vidas, tiene a la población atemorizada y las actividades económicas pagan la factura, como sucede con los transportistas.
En el tercer día de enfrentamientos en Sinaloa, integrantes de grupos delictivos en disputa lanzaron ponchallantas y dispararon directamente contra los vehículos pesados de carga que transitaban sobre la vía Culiacán-Mazatlán, la Autopista Costera, a 27 kilómetros de la caseta Mármol.
Quienes presenciaron el ataque del miércoles 11 de septiembre difundieron videos donde se observan unidades pesadas fuera del camino, otras sobre la autopista – en ambos sentidos– obstruyendo el paso en la principal vialidad que conecta con Mazatlán y que también es conexión con Durango, Nayarit y Jalisco; al norte llega a Nogales.
Te puede interesar: Zacatecas, la tierra prohibida para los transportistas
Transportistas ante Culiacanazo
Ese no fue el único ataque, criminales también obstruyeron la vialidad con un vehículo de transporte de carta en la comunidad La Chicayota, en el municipio de San Ignacio. Luego de estos hechos que involucraron directamente al autotransporte de carga prevaleció el silencio, empresas transportistas afectadas, cámaras y asociaciones del sector no se pronunciaron al respecto.
Sin embargo, hay temor y enojo: los transportistas se sienten solos. “El Gobierno mantiene su política de ‘abrazos, no balazos’, pero ¿acaso los delincuentes tienen compasión con el ciudadano que se gana su salario desgastando su vida en el camino para sacar adelante a su familia?”, expone un transportista para TyT.
Las empresas que tuvieron más suerte fueron avisadas con tiempo y aguardaron hasta que se normalizó la circulación:
Afortunadamente, nosotros nos resguardamos a tiempo en Villa Unión y en Los Mochis (Sinaloa). Estuvimos alejados de la zona hasta que la Guardia Nacional indicó que el camino estaba libre”.
Los transportistas pagan una extensa factura como demoras en el tránsito, entregas hasta con 24 horas de retraso, cambios de rutas que representan un mayor kilometraje, mayores costos y tiempos; y lo más preocupante: el estrés, la carga psicológica y el temor entre sus operadores.
(Los delincuentes) pelean por la plaza y el Gobierno no hace nada, la Guardia Nacional se esconde y el Ejército no llega a tiempo. Claro que hay temor de que te toque sin deberla”, asevera una fuente que prefiere no ser citada.
A los denominados ‘narcobloqueos’ se suman el robo, el mayor y más antiguo reto que enfrentan los transportistas y generadores de carga, así como las extorsiones y los cierres carreteros.
Inseguridad en México, sin control
En entrevista, Arturo Argente Villarreal, docente del Tecnológico de Monterrey, consideró que los gobiernos federal y estatal están “totalmente” rebasados por el crimen organizado, por ello, difícilmente habrá un pronunciamiento sobre la situación de violencia que atemoriza a la población y daña las actividades productivas.
Durante el sexenio vimos que, de alguna forma, la inseguridad se fue apropiando de Sinaloa, poco a poco los grupos delincuenciales han ido copando cada rincón industrial, territorio, social, económico y político de Sinaloa.
El gobernador está totalmente rebasado y el Gobierno federal ha perdido el control de esta situación; entendemos la postura de los transportistas porque detrás de cada volante hay un padre o una madre de familia, que lleva recursos, la economía del hogar”, externó el especialista.
En un contexto de cambio de Gobierno, el Doctor en Derecho sostuvo que México es una economía grande, que forma parte de la región más importante del mundo, y confió en que la reforma al Poder Judicial y la inseguridad serán atendidos como prioridad en la próxima administración.
El más rotundo fracaso del Gobierno federal, además del económico, es el tema de la inseguridad, la política de ‘Abrazos, no balazos’ de alguna forma es de los fracasos históricos en la etapa del México moderno, porque no se resolvió lo de Ayotzinapa, las madres buscadores fueron abandonadas y un ingrediente más que suma a este fracaso es el de los transportistas”.
Pero el país no se puede detener, no olvidemos que forma parte de una zona comercial donde hay transportistas de otras nacionalidades que agilizan el comercio entre las tres naciones”, sostiene.
Empresas se cuidan solas ante ineptitud
Javier Oliva, Coordinador del seminario de estudios en Defensa, Seguridad e Inteligencia de la UNAM, comparte que en México no se vive una normalización del delito y acontecimientos como el Culiacanzo, más bien “la criminalidad organizada, en varias partes del país tiene muchas más capacidades que las autoridades locales”.
El especialista puso como ejemplo la situación de violencia e inseguridad que también se vive en Chiapas, Zacatecas y Guanajuato. “Hay una enorme debilidad estructural a nivel de municipios y estados de la República para hacer frente a ese problema”, aseveró.
A los hechos violentos que prevalecen en Sinaloa, donde el gobernador Rubén Rocha Moya canceló la celebración de ‘El Grito’ en espacios públicos, además de que pidió a la población no realizar fiestas privadas; es decir evitar concentraciones.
“Esto te habla de gobiernos completamente incompetentes e ineptos”, añade.
Oliva también reprobó la situación que vive Coca-Cola FEMSA en Morelos, donde suspendió sus operaciones en Puente de Ixtla ante las extorsiones y secuestro de sus operadores de transporte y el Gobierno de Morelos solo escoltó la salida de sus vehículos de carga y les ofreció opciones para trasladar sus productos por carreteras alternas.
Para que haya crimen organizado se necesita protección del poder político local (…) esa premisa desde luego que se cumple. Ante esa situación los recursos que tiene la ciudadanía y los recursos que tienen los empresarios se reducen a poner cámaras de seguridad, tener seguridad armada es muy difícil en México, pero existe y es muy caro”.
Entonces, la protección a los transportistas se vuelve una problemática muy desafiante, vemos estos cierres de las carreteras, insisto, ¿dónde está la autoridad? Sobre todo la local. Los empresarios quedan a merced, ya sean microempresas, empresas familiares, empresas grandes, trasnacionales mexicanas como Coca-Cola FEMSA que se ven sometidas”, externa.
Con la mirada puesta en la próxima administración
En línea con el Investigador del Tecnológico de Monterrey, Oliva confía en que el equipo entrante de la próxima presidenta Claudia Sheinbaum tiene más herramientas para enfrentar la inseguridad.
“Lo que veo de información es que Omar García Harfuch sí conoce el tema (seguridad), a diferencia de Rosa Icela Rodríguez; entonces, la ventaja es que desde la SSPC sí puede construir relaciones o alianzas con autoridades municipales y estatales y, eventualmente, entenderse con los próximos secretarios de Defensa y la Marina”, concluye el experto.
El denominado “Culiacanazo” en Sinaloa mantiene afectada la movilidad de las personas, donde el transporte urbano tuvo que suspender actividades de forma temporal.
Los enfrentamientos continúan y los transportistas de carga mantienen su paso por la Autopista Costera movilizando los bienes y mercancías requeridos por la manufactura, el comercio internacional y el abasto interno.
Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: