En México, sólo 15% de los estados se distingue por tener un transporte público suficiente para movilizar a sus pobladores, elemento relevante para atraer y retener talento e inversión en las ciudades, sí suma atractivo para el nearshoring.
La investigación “Nearshoring: Oportunidades que desafían a las entidades mexicanas”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), muestra que el grueso de los estados carece de un transporte público eficiente para movilizar a los trabajadores atraídos por la relocalización de la manufactura.
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El año pasado, Nuevo León, la Ciudad de México, Jalisco, Baja California, Chihuahua, el Estado de México, Guanajuato, Tamaulipas, Sinaloa y Puebla fueron parte del top de las entidades más beneficiadas por la Inversión Extranjera Directa (IED), en parte, explicada por el nearshoring.
Sin embargo, solo la Ciudad de México y Jalisco destacan por tener la mayor disponibilidad de unidades de transporte público para sus habitantes.
En el caso de la CDMX, por sus calles circulan cerca de 5,000 vehículos por cada millón de habitantes, y en el caso de Jalisco, poco más de 2,000 por cada millón, refiere el análisis del IMCO.
Estados del Bajío, atractivos para el nearshoring como Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, están en el camino para garantizar la disponibilidad de transporte público al servicio de sus pobladores.
En el caso de Aguascalientes, entidad que estuvo entre las 14 economías que más IED atrajo el año pasado, supera incluso a Jalisco en flota para el transporte de pasaje.
Los más deficientes en transporte público: IMCO
En el otro extremo, se ubican entidades federativas que destacan por su presencia de la manufactura, así como por el crecimiento de esa industria impulsada por el nearshoring.
En Chihuahua, Estado de México, Durango, Tamaulipas y Sonora hay menor disponibilidad de este tipo de infraestructura, con menos de 500 vehículos por cada millón de habitantes, detalla el IMCO en su análisis.
“El transporte público posibilita la movilidad en las ciudades y repercute en la eficiencia con que se realizan de las actividades económicas, pues vincula uno de los factores productivos (el trabajo) con los productores (empresas)”, expuso el IMCO.
Añadió que la disponibilidad de transporte público suficiente y eficiente puede ser otro de los factores atractivos para atraer la localización de empresas y trabajadores, pues ayuda a reducir costos, incrementar la productividad y activar el comercio.
El Instituto advirtió que la falta de infraestructura de transporte público genera costos en tiempo y dinero, tanto para las empresas como los trabajadores y la población en general.
Sus deficiencias pueden repercutir en la calidad del aire y dificulta la transición hacia una economía menos intensiva en emisiones de gases de efecto invernadero, además de representar un obstáculo para atraer y retener talento e inversión hacia las ciudades, agregó el Instituto.
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