Ramón Medrano, Presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) detalla la estrategia del organismo bajo circunstancias nunca antes vistas, pues entre la pandemia y la recuperación económica, el sector está viviendo uno de los hitos más relevantes en la historia moderna, y tiene que enfrentarlo con una visión integral, responsable y eficiente.
El autotransporte de carga vive un proceso de profesionalización en México y, evidentemente, éste no es un fenómeno que se da de golpe y por decreto, pero, hoy por hoy, la rentabilidad de las empresas del sector está tan comprometida que aquella que no se maneje con eficiencia y responsabilidad, corre el peligro de desaparecer.
Es por eso que, en la actualidad, se está registrando la consolidación de las compañías de autotransporte que están dando un paso importante hacia la profesionalización, ya que la industria así lo está exigiendo, de tal manera que ya no se puede hacer lo que se hacía hace 20 o 30 años, incluso antes de la pandemia, considera Ramón Medrano Ibarra.
Actualmente, agrega, lo que se busca es que el autotransporte nacional encuentre la mejor manera de ser sustentable en el tiempo y, para eso, hay que trabajar en diferentes frentes y siempre privilegiando el talento humano para obtener mayor provecho de los recursos materiales y conseguir mayor productividad y eficiencia.
“Hoy más que nunca debemos cuidar nuestro capital humano, empezando por los operadores, ofreciéndoles condiciones de trabajo dignas, seguridad, certeza y un plan de carrera que les dé certidumbre sobre este noble oficio”, señala Ramón Medrano.
Las empresas de autotransporte, afirma, deben también profesionalizar sus áreas administrativas, operativas, de mantenimiento, logística y de servicio, a fin de fortalecer todas las áreas críticas de cada compañía.
Entre la inseguridad y la falta de operadores
A nivel nacional, los principales retos para el sector son la inseguridad y el creciente déficit de operadores, que en la actualidad ya registra cerca de 54,000 conductores que hacen falta en las flotas del país, y cuya principal causa está relacionada justamente con el riesgo en las carreteras.
Sin embargo, considera Ramón Medrano, otra razón por la que los operadores se están bajando de los camiones es por las condiciones laborales. Desde los salarios hasta las exigencias para llegar a tiempo, sin considerar las horas de conducción, las condiciones climáticas y todo tipo de incidentes que suceden todos los días.
La corresponsabilidad, en este sentido, también es un tema relevante y urgente, pues los operadores merecen todo el respeto de usuarios y proveedores de transporte. Y esto significa que no esperen 10 o 12 horas para descargar un flete, ofrecer espacios de descanso, de aseo y hacer que su trabajo sea mucho más amable.
“Hay mucho por hacer y no podemos decir que todo es responsabilidad de las autoridades, que sí deben hacer valer el Estado de derecho, pero nosotros tenemos que trabajar con lo que tenemos, dialogar con los gobiernos, definir estrategias, fomentar mejores prácticas para el sector y gestionar para tener más centros de capacitación para nuestros conductores”, asevera Ramón Medrano.
En entrevista para TyT, el empresario agrega que el marco legal, en este sentido, también es crucial no solo para ordenar, sino para regular todos los temas que aquejan al sector, como la sobrerregulación, que ha representado un reto en los últimos años, y que ahora podría tener una solución definitiva con la homologación de criterios estatales en torno a la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
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Un caso de éxito que tendría que ser replicado en todo el país, es el relacionado con los Centros de Alertamiento Inmediato (CAI), cuyos primeros resultados han sido más que satisfactorios, ya que existe un alto porcentaje de vehículos recuperados cuando se presenta un caso de robo o intento de robo.
Algo similar pasa con los centros de formación para operadores, pues cuando Ramón Medrano asumió la presidencia de la Canacar, existían 12 semilleros promovidos por la cámara, y en la actualidad ya tienen 22, con proyección de tener al menos uno en cada estado del país.
Un tema pendiente sigue siendo el de los paradores seguros, dado que hace falta fomentar la inversión y gestionar la creación de más espacios en los que los conductores puedan detenerse sin temor a ser asaltados, además de que cuenten con servicios e infraestructura para hacer más ágil la operación.
Por último y a pesar de las circunstancias, el autotransporte está viviendo una reactivación importante, debido a la gran demanda que están teniendo prácticamente todas las industrias. Esto significa que el cierre de 2022 registrará buenos números, pero no serán sostenibles hacia el futuro si no se trabaja en los temas arriba mencionados.