Aunque Félix Pablo Hernández Acevedo lleva ya casi quince años manejando para el autotransporte, apenas lleva dos arriba de un tractocamión, pues su vida profesional al volante inició conduciendo autobuses de larga distancia. Ésta es la historia de “El Espino”.
El Espino es oriundo de Cuernavaca, Morelos, y pertenece a una familia de operadores, desde su papá su hermano, primos, tíos, en fin, para él esta actividad siempre fue una opción asequible para el futuro, de tal manera que en cuanto pudo, se empleó como conductor de autobús.
Y aunque su principal pasión es la carretera y el volante, la cosquillita de conductor un tractocamión de carga nunca se le quitó, así que al cabo de 13 años arriba del bus, buscó la oportunidad de dar ese salto y dejar el transporte de personas por los fletes.
Sobre su 10-28 no recuerda su origen y tampoco el significado, pero desde que recuerda así lo llaman y ya hasta se acostumbró. Ahora, en TYAASA lleva casi dos años transportando acero por todo el país.
Aunque su experiencia en este segmento es corta, sabe y valora que la empresa cuida mucho a sus conductores, pues no sólo es que les dé camiones con la última tecnología, sino que se los renuevan cada año y también las condiciones laborales también son mejores que el promedio.
De hecho, otra de las razones por las que dejó el autobús para subirse al tractocamión fue por la parte económica, ya que ahora tiene dos hijos, de ocho y de un año, de tal manera que la solvencia para atender sus necesidades exige más ingresos, para ofrecerles una mejor calidad de vida.
A pregunta expresa, “El Espino” dice que no le gustaría que sus hijos se dedicaran a esto, ya que se trata de un oficio de mucho sacrificio, sobre todo en la familia, pues en su caso, por ejemplo, le ha tocado estar fuera de su casa hasta seis meses, lo que, naturalmente, no es sencillo para nadie.
Sin embargo, sabiendo que una vez que crezcan podrán elegir, su papel como padre será apoyarlos y, de ser el caso, enseñarles todo lo que hay que saber sobre este oficio.
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Así es como este conductor envía un mensaje a las nuevas generaciones, para que se esfuercen por conseguir sus sueños y no se rindan, pues hoy más que nunca, ser operador es factible y mucho más accesible para quienes de verdad lo quieran lograr.
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