Pese a vivir un año muy retador, Leandro Radomile, director general de Fruehauf México, reconoció que 2022 trajo importantes logros para la marca. Entre los principales, hizo referencia a las inversiones realizadas en su planta de Coacalco en el Estado de México, su fuerte apuesta por el mercado estadounidense a través de la apertura de su complejo productivo en Kentucky y, por supuesto, el lanzamiento de su Generación 2.0.

Como parte de los grandes resultados, Radomile confirmó un año récord de producción con un crecimiento del 50% en este renglón, cifra que también permitió llegar a una mayor cantidad de flotas. Asimismo, resaltó las alianzas estratégicas establecidas con compañías como Amparts-Promare a favor de una óptima atención postventa para respaldar la productividad de los equipos Fruehauf.   

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Para 2023, ambos el directivo prevé un año con buenas perspectivas. Conforme al pulso del sector, vislumbra actividad positiva para el movimiento de carga, así como un mejor panorama para la cadena de suministro, sobre todo hacia el segundo trimestre.

En línea con los buenos resultados cosechados en la producción de equipos durante 2022, el fabricante percibe un nuevo año récord en este rubro con la fabricación de alrededor de 7,000 equipos, contra los 5,000 con los que cerraron los 12 meses anteriores. 

Entre las novedades, Leandro Radomile habló de la puesta en marcha de una nueva línea de ensamble, la cual, permitirá ampliar su capacidad e incrementar la calidad en sus procesos.

Para conseguir sus objetivos, Fruehauf tiene una gran aliada, se trata de la recientemente lanzada caja seca Generación 2.0 para el mercado nacional, la cual combina la tecnología más avanzada del fabricante para hacerla más liviana y resistente que sus antecesoras, al tiempo que privilegia el ADN de durabilidad inherente a la marca.

Al respecto, Leandro Radomile compartió que, si bien es un producto apegado al diseño estadounidense, incorpora todos los aspectos que la convierten en una caja ideal para los ciclos de operación en territorio nacional.

“Las carreteras, la geografía, la topografía, las condiciones de mantenimiento y las cargas son distintas; por eso, sí traemos mucha innovación de la caja americana, pero diseñada también para los caminos de México”, enfatizó.  

Sobre las modificaciones realizadas en la planta mexiquense de la compañía para la producción de este producto de última generación, el directivo señaló que ésta requiere más precisión para su ensamble, por lo que se modificó la línea de costados, el área de maquilado, de panel frontal y el proceso de prearmado de las suspensiones. 

El óptimo funcionamiento de estos ajustes en su línea de ensamble ha dado como resultado que desde finales del año pasado pudieran fabricarse las primeras cajas 2.0 para someterlas a algunas pruebas con sus clientes. De este modo, la llegada de 2023 trajo consigo el arranque de producción en serie de este nuevo producto para que las flotas se familiaricen de lleno con sus atributos y beneficios.

Acerca de las ventajas competitivas de estos equipos, el directivo hizo referencia a la incorporación de un portapatines atornillado, que si bien se caracteriza por su resistencia, en caso de mantenimiento o siniestro, puede cambiarse muy rápido. Además, dijo, es un componente universal que no requiere adaptaciones.

Otra de las mejoras más sobresalientes de esta nueva generación es el bastidor de la suspensión, el cual también es universal y más ligero. De igual forma, destaca la defensa trasera, homologada en Estados Unidos, Canadá y México, lo que pone a nuestro país al nivel de los estándares más exigentes en materia de seguridad.

Asimismo, explicó, el marco trasero presenta una reducción de peso de entre 40 y 50 kilos, dependiendo de la versión, pero al mismo tiempo, mantiene su rigidez torsional, garantizando así la durabilidad del remolque. Mencionó que aunque por fuera se ve más sencillo, detrás de él hay mucha más tecnología a favor de la resistencia.