De acuerdo con el European Road Freight Rate Benchmark, elaborado por Transport Intelligence (Ti), Upply y la International Road Transport Union (IRU), durante el segundo trimestre de 2022, las tarifas de autotransporte en Europa alcanzaron máximos históricos, como efecto de la inflación derivada del conflicto en Ucrania y la continua escasez de operadores.
En su informe, los organismos detallaron que la intervención militar de Rusia en Ucrania llevó al precio del diesel a un aumentó del 69% en la Unión Europea desde su nivel de enero. El estudio alerta que el costo del diesel generalmente representa un tercio de los costos operativos totales de las flotas, pero dado el aumento, ahora pueden representar el 50 por ciento.
Por otro lado, múltiples indicadores apuntan a un debilitamiento de la demanda de autotransporte en Europa, con una actividad en declive en todas las principales economías y tasas de inflación que pesan sobre la confianza de los consumidores y las empresas.
El mayor contribuyente a la inflación son los precios de la energía y, con una mayor incertidumbre en torno al suministro de gas ruso, el estudio estima que el costo de la energía continúe presionando al alza las tarifas europeas en el tercer trimestre del año.
“La pausa en la demanda europea debería frenar la presión alcista sobre las tarifas de transporte por carretera. Por otro lado, los transportistas todavía se enfrentan a importantes aumentos de costos (combustible, mano de obra, etc.), por lo que es probable que las tarifas se mantengan en niveles elevados en los próximos meses”, comentó Thomas Larrieu, CEO de Upply.
Asimismo, la escasez de operadores continúa presionando al alza los salarios –que representan otro tercio de los costos de transporte–, ya que los transportistas intentan seguir siendo competitivos y conservar a sus conductores.
A finales de año, se prevé que el déficit aumente en Europa, alcanzando el 14% de los puestos de conductor sin cubrir, lo que significa un aumento estimado del 40 por ciento.
El envejecimiento de la mano de obra es el principal factor del deterioro de la situación, con una edad media de la población de conductores de camiones en Europa de 47 años. Hay una gran proporción de operadores próximos a la jubilación, toda vez que el 34% tiene más de 55 años.
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A ello se le suma que hay menos del 7% de jóvenes operadores menores de 25 años en Europa. Países Bajos es el país que atrae a más jóvenes (13%), mientras que el Reino Unido tiene la proporción más baja.
Particularmente el análisis destaca la situación en Alemania, donde se requieren entre 50,000 a 80,000 operadores, pues sus trabajadores inmigrantes representan el 24% del total en el país y la pérdida de ciudadanos ucranianos que regresan para defender su país ha restringido aún más la oferta de conductores.
Sobre el tema, Vincent Erard, Director de Servicios Corporativos de IRU, señaló que la escasez de conductores es uno de los mayores desafíos para la industria del autotransporte en este momento, y es probable que sus efectos aumenten en el futuro cercano y continúen afectando los precios de los fletes.
“Esta tendencia empeorará si los conductores mayores continúan jubilándose, algunos de ellos antes de lo esperado, como durante la pandemia de COVID-19, reduciendo aún más el grupo de conductores disponibles. Todas las acciones e iniciativas encaminadas a mejorar el atractivo de la profesión de conductor y eliminar las barreras de acceso a la profesión (coste de la formación, edad mínima) serán decisivas a largo plazo”, agregó.
Finalmente Nathaniel Donaldson, analista económico de Ti, dijo que el efecto del aumento de los costos en 2022 ahora es muy evidente con las tarifas alcanzando nuevos máximos históricos: “Las subidas iniciales del precio del combustible tras la invasión de Ucrania han mantenido y producido un entorno mucho más costoso para los transportistas europeos, mientras que la acción industrial y el empeoramiento de la escasez de conductores mantienen limitada la capacidad. Una serie de indicadores apuntan hacia una desaceleración drástica en el consumo y la producción que facilitará nuevos aumentos mientras los altos costos mantienen las tasas elevadas”, precisó.
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