Todos los días, casi sin excepción, José Antonio Rodarte Leal comienza su mañana de una manera muy particular: mirando detenidamente un mapa de la República Mexicana, mismo que le gusta peinar de forma detallada de Norte a Sur y de Este a Oeste.
¿Por qué le gusta empezar de esta manera? Básicamente porque su trabajo no está ligado solo a una oficina, ciudad o estado, ni siquiera a una región específica, sino más bien a todo el país, desde Baja California hasta Chiapas y Quintana Roo.
Esta forma de vida la tiene desde hace cerca de cuatro años, cuando fue designado por el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, como Coordinador General de los Centros SCT. Según él mismo afirma, es el mejor trabajo que ha tenido a lo largo de su amplia trayectoria profesional.
Y es que a pesar de que cuenta con más de 25 años de carrera, dedicados sobre todo al servicio público, nunca había tenido la oportunidad de conocer profesionalmente y de principio a fin todo el territorio nacional.
¿Qué son específicamente los Centros SCT?
De acuerdo con la definición que les adjudica la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes, los Centros SCT son las representaciones que tiene la dependencia federal en cada uno de los estados del país.
Su misión en el papel luce simple: contribuir al crecimiento de todos los aspectos que involucran el desarrollo de las vías de comunicación y sistemas de transporte; sin embargo, la definición difiere mucho de lo que sucede en la realidad.
Así lo afirma en entrevista para TyT el funcionario, quien sostiene que la labor que le ha tocado desempeñar lleva implícita una gran responsabilidad, y no lo dice de forma figurada, sino que es algo completamente cierto.
¿En qué se basa para hacer esta aseveración? En esencia, en el hecho de que los Centros SCT fungen directamente como un brazo ejecutor y articulador de las acciones y programas que pone en marcha la Secretaría.
Bajo esta definición queda entonces un concepto claro: sin la correcta coordinación entre los Centros y la SCT, no habría posibilidad alguna de que la dependencia pudiera caminar de forma efectiva.
El Secretario Ruiz Esparza define así a la SCT: “Las venas y arterias por las que circula la vida económica del país, por donde se mueve toda nuestra producción y por donde nos desplazamos, siendo nosotros los centros, ese motor que impulsa en este contexto a la sangre”, explica.
Por ejemplo, si desde las oficinas centrales de la dependencia se pone en marcha un programa de modernización de carreteras en la zona este de México, serán los Centros SCT de ese lugar los encargados de estar al pendiente de él, realizando proyectos, estimaciones y pagos.
Asimismo, es su responsabilidad atender los temas administrativos de cada entidad relativos a la SCT, como son la expedición de licencias y permisos para el autotransporte federal, avales para el uso y aprovechamiento del derecho de vía en carreteras federales y la adaptación de proyectos, como el de México Conectado.
Es importante destacar que los Centros SCT emulan en su estructura orgánica a la propia Secretaría, contando cada uno de ellos con un delegado que representa al titular de la dependencia, y más abajo tres directores especializados que asumen los roles locales de los subsecretarios de Comunicaciones, Transportes e Infraestructura.
Actualización y certificación
Rodarte Leal arribó a la Coordinación de los Centros SCT con las pilas puestas para completar esta labor. Sin embargo, aclara que las cosas no fueron nada sencillas en un inicio, ya que la oficina central no se encontraba en las mejores condiciones.
“Dicen que siempre es malo hablar de nuestros antecesores, pero la realidad es que cuando tomamos la coordinación nos encontramos con un panorama muy distinto al que esperábamos”, afirma.
¿Cómo poner punto final a esta situación? Definiendo antes que nada un plan de trabajo para los 31 centros del país, que incluyera controles internos y externos, además de atribuciones y funciones al interior de ellos.
Una vez que quedó esto bien definido, Rodarte Leal decidió poner sobre su mesa de trabajo todos los pendientes de distinta índole que había, liquidando poco a poco cada uno de ellos hasta conseguir que ésta quedara vacía.
Después llegó la sistematización de todos los procesos y la homologación del funcionamiento de los Centros, así como la implementación de bases uniformes bajo las cuales se pudiera regir todo el país, sin importar el contexto en el que se encontrara cada zona.
Y las cosas terminaron por salir bien. Así lo constata precisamente la certificación ISO 9001:2008 de la que dispone hoy la Coordinación de los Centros SCT, misma que avala las capacidades que en cuanto a servicio, transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción tienen hoy en sus manos.
El futuro de los Centros SCT
A dos años del término de la actual administración, Rodarte Leal sabe que el cronómetro está empezando a contar los segundos finales, por lo que va siendo hora de hacer balances y amarrar los últimos cabos de su proyecto.
Es en este sentido que aparecen dos preguntas: primera, ¿cómo planea el funcionario concluir su proceso? Y segunda, ¿cuál es el rostro que le gustaría que tuvieran los Centros una vez concluido este gobierno? El originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, está preparado para dar respuesta a ambas interrogantes.
En primera instancia, indica que cerrará su gestión fortaleciendo la coordinación de cada uno de los Centros y la propia Secretaría, tratando de que no se pierdan detalles al establecer comunicación entre ambos.
“La coordinación debe de ser total; necesitamos conseguir que tanto la SCT como los Centros hablen el mismo idioma y nosotros seamos ese traductor que les permita siempre estar comunicados”, detalla.
Por otro lado, en cuanto a pautas específicas, el funcionario espera lograr desde su trinchera el cumplimiento de dos tareas muy importantes para la Secretaría: concluir el sexenio con 52 nuevas autopistas y 80 carreteras, e impulsar la adaptación del concepto de ventanilla única para los procesos relacionados con el autotransporte federal.
“Queremos ser capaces, con apoyo de la tecnología, de crear una oficina única con la capacidad de dar solución a todos los procesos, sintetizar trámites y acabar con cualquier acto de corrupción que pueda existir. De eso se trata el concepto de la ventanilla única”, afirma.
Precisamente este tema de la modernización de servicios, como sucede en el caso de la ventanilla única, sirve para enlazar la respuesta a la segunda pregunta planteada a Rodarte, quien tiene una idea muy certera acerca de la cara que quiere que tengan los Centros tras su gestión.
“Además de concluir con el proceso de reestructura que hemos proyectado, la idea es clara: visualizamos centros tecnológicos que sean capaces de integrar perfectamente todas sus actividades, e inclusive con categorías A, B, C, dependiendo de las necesidades y requerimientos de cada estado. La tarea ha sido compleja, pero creo que hemos avanzado totalmente”, concluye.