A sus 40 años de edad, José Luis “El Patas” Guadarrama recuerda con claridad cuando iba en segundo de primaria y supo que algún día se convertiría en trailero, como su papá.

Él nació en el Estado de México y ahí fue donde hizo su vida; en la infancia, además de los juegos en la infancia noventera, él recuerda subirse al camión de su papá y fue ahí cuando le dijo que de grande quería ser como él.

En su mente, ese sueño duró diez años, ya que a los 17 ya estaba construyéndolo: su padre le enseñó a conducir y también le ayudó a conseguir su primer trabajo.

Además, su vida se aceleró muy rápido pues pronto habría de convertirse en padre, así que no había vuelta atrás. Tenía que sacar adelante a su familia y así lo hizo.

A pregunta expresa, “El Patas” afirma que todo le gusta de su trabajo: la carretera, el camión, los colegas, el amanecer, el ocaso y todos los lugares que ha conocido durante 23 años. 

Así como fue ganando experiencia arriba del camión, su familia también fue creciendo, y hoy es padre de cinco: de 22, 18, 17, 16 y 13 años de edad.

A todos les gusta el camión, será por el ADN, sin embargo hasta el momento han elegido la escuela, pero José Luis sabe que si algún día le pidieran enseñarles a conducir un tractocamión, él lo haría como lo hizo su padre. 

“Eso sí, lo más importante es la escuela, de tal manera que primero terminan y luego yo los apoyo en lo que quieran”.

En sentido opuesto, lo más difícil siempre ha sido estar demasiado lejos fuera de casa y lejos de la familia, pues éste es un trabajo muy demandante y desgastante, pero igualmente satisfactorio.

“Implica mucho sacrificio, pero vale la pena porque es lo que nos gusta y lo hacemos sin pesar. El sacrificio y las malpasadas valen la pena cuando ves que a tus hijos no les falta nada”, agregó.

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Por último, “El Patas” aconseja a las nuevas generaciones que no se rindan y que no dejen de trabajar para construir sus sueños, ya que no importa si parecen difíciles, siempre se puede. 

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