Cuánto tiempo ha pasado. Veíamos películas en las que aparecían robots auxiliando a los humanos, con vehículos que volaban y escuchábamos que las máquinas revolucionaban al mundo y nos ayudaban; no entendíamos ni dimensionábamos cómo sería esa convivencia, simplemente soñábamos con que un día esa fuera nuestra realidad. Cuántas veces hemos dicho que todo está hecho, que ya no hay más. Hoy que lo pienso, me río un poco o mucho, pues el futuro nos alcanzó y nos rebasó, y más vale que echemos mano de todo lo que la tecnología nos brinda si queremos mantenernos vigentes, modernos, actualizados y, sobre todo, impulsando hacia la digitalización a ese sector que representamos para un mejor desarrollo de país, siempre viendo por el bien común. 

La Inteligencia Artificial (IA) es un término que se mantiene constante y presente en nuestra vida actual; sin embargo, fue en la década de los 50 cuando fue acuñado por John McCarthy, considerado el padre de ésta. Para comprender el concepto básico de la IA, diremos que “es la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”. Básicamente, es una herramienta que tendría que venir a facilitar nuestras actividades diarias y ponderar la importancia del desarrollo del capital humano, sobre el de cualquier máquina. 

La Inteligencia Artificial como un plus

Desde el sector que represento en la ANTP, la Inteligencia Artificial debe ser utilizada como un plus a lo que hoy en día las empresas de logística y transporte ejecutan; la consolidación de datos no sirve de nada si no se analizan, agrupan y apoyan el diseño de nuevas dinámicas que nos permitan hacer más eficiente nuestra labor, a la par de cuidar y mejorar la calidad de vida de nuestros colaboradores y a la vez ser más productivos. 

El uso cotidiano de la Inteligencia Artificial tiene grandes beneficios; sin embargo, uno de los principales retos es no perder lo esencial, lo imposible de reemplazar: la parte humana. Por eso es importante voltear y ver que la IA que hoy se genera es a través de un humano. Nosotros tomamos alguna de las plataformas, ingresamos datos y, con una serie de reglas y predicciones, nos aparece un abanico de respuestas que dan solución a una interrogante, una predicción o solución en mejor tiempo. 

Creo que el reto más importante como usuarios del transporte de carga, empresas con flota propia y proveedores de servicio, es sumar a nuestro favor esas herramientas, focalizando la importancia de usarlas, privilegiando en todo momento el desarrollo del capital humano, para que, en conjunto, potencialicen la operación de los centros de trabajo y distribución de las mercancías.

El poder de la información

Como hemos visto en las conferencias de los eventos institucionales de la ANTP, la Inteligencia Artificial está cambiando nuestras vidas, pero cómo vamos a integrarla a nuestra operación es la diferenciación en el camino, ya que no basta con tener información, si no la compartimos para saber en dónde estamos (benchmark) y, por supuesto, para mejorar.

Si bien la telemetría nos facilita la gestión de flotas, la Inteligencia Artificial debe ayudar a potenciar esta gestión. Ejemplos hay demasiados, uno es conocer la información sobre el estado físico y climatológico de las rutas y gestionarla a través de la IA; otro es obtener una proyección sobre cómo mejorar los tiempos de entrega y la planeación de rutas, llevando las mercancías en tiempo y forma a donde son requeridas. 

Otro de los puntos importantes es sumar la IA al mantenimiento preventivo, pues tener vehículos en óptimas condiciones nos permitirá tener viajes más seguros y menor impacto en el medio ambiente. Ocupar la Inteligencia Artificial para facilitar la vida de quienes ponen todo el corazón al recorrer las carreteras y vías secundarias del país, debe ser uno de los principales objetivos.

Dotar al conductor de herramientas que le permitan hacer sus actividades cotidianas más fáciles, con mayor precaución y seguridad, debería ser la consigna al interior de cada empresa, pues ellos son la cara de la industria allá afuera. El reto seguirá consistiendo en humanizar una industria en donde cada día es más la tecnología que queremos implementar.

Las máquinas siempre serán máquinas, y los conductores siempre serán humanos; estoy diciendo una obviedad al ser el rostro de la industria, la cara directa con el cliente, pero a veces se nos olvida. Por ello la capacitación constante es importante, ayudarlos a caminar en conjunto con el uso de la tecnología sin quitar del foco que son personas como nosotros, con una familia, con sueños, con ganas de salir adelante y es nuestra responsabilidad fomentar la capacitación, valores y buenas prácticas en ellos. 

Por eso en la ANTP no dejamos de soñar, compartir y participar con nuestros socios proveedores para que juntos sigamos aprendiendo, demostrando que aún hay más por delante, ya que todo lo que se produce se debe transportar en vehículos, trenes o aviones, y que hasta hoy son programados y conducidos por el factor humano.

Leonardo Gómez Vargas, Presidente Ejecutivo de la ANTP.
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