La tecnología puede ser una aliada clave para las organizaciones transportistas que buscan crear o fortalecer su estrategia de seguridad vial; sin embargo, no se trata sólo de comprar dispositivos o programas, sino de poder integrarlos de la manera más óptima en el plan de la compañía para alcanzar sus principales metas: prevenir accidentes y salvar vidas.
Así lo destacó Marco Ávila, director de Logística de Coca-Cola FEMSA México, durante el Sexto Congreso Nacional en Seguridad Vial, realizado por la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), en el cual destacó la importancia de generar una estrategia y cultura alrededor de este tema; así como del soporte que los avances tecnológicos pueden aportar en esto.
Ante directivos de la ANTP, directores de empresas con flota propia, transportistas y autoridades, el especialista en logística compartió cómo una adecuada integración de la tecnología respalda la estrategia de seguridad vial de la compañía, destacando que sin importar el costo, los avances tecnológicos deben formar parte de las estrategia, y no ser un esfuerzo aislado, de lo contrario, su impacto será casi nulo.
“Empezamos primero con hacernos las preguntas correctas y hablando de tecnología en Coca-Cola nos hicimos las siguientes preguntas, para qué queremos la tecnología que nos va a aportar, es un tema de dinero, es un tema de inversión. Es un tema de desarrollo que queremos obtener de la tecnología y, en colaboración con Solistica, fuimos avanzando en estas preguntas y llegamos a la necesidad de crear una estrategia seguridad”.
Ávila destacó tres tecnologías clave que forman parte de la estrategia de seguridad vial de Coca-Cola FEMSA y que han permitido desarrollar una cultura en esta materia al interior de la compañía
MobilEye
Como parte de su estrategia de movilidad sostenible, Coca-Cola implementó el uso de nuevas tecnologías para asegurar que cuenta con las herramientas necesarias para lograr la seguridad de sus conductores y comunidades donde opera; y para cuenta con el dispositivo MobilEye, el cual que funciona como un copiloto que alerta con precisión a los operadores de los equipos de distribución primaria (T1) si se encuentran en una situación de riesgo.
Esta tecnología funciona con una visión artificial para identificar todo tipo de unidades: motocicletas, bicicletas, los carriles, los peatones y los señalamientos de velocidad; para hacer interpretaciones del camino y generar las siguientes alertas:
- Alerta de colisión frontal
- Alerta de salida de carril
- Alerta de distancia prudente
- Alerta de colisión con peatón
- Indicador de límite de velocidad
Cipia
Una de las soluciones tecnológicas con más presencia en su estrategia es Cipia, un dispositivo de visión artificial facial que de manera activa alerta a través de una voz en casos de emergencia; que va leyendo la cantidad de parpadeos y el porcentaje en el que un colaborador abre y cierra los ojos, y a su vez realiza la detección del ceño, nariz y boca.
Este análisis de los ojos y retina por un periodo de tres minutos, genera una alerta por fatiga o distracción al bajar la mirada por varios factores. Otra de sus categorías se activa cuando el usuario excede más de tres segundos cerrando los ojos en un porcentaje mayor al 80%, o baja la mirada por diversos factores, creando una alerta por somnolencia o distracción excesiva; y de igual manera avisa al operador sobre el uso del celular si lo acerca a la oreja o la cara, para pedirle que preste atención al camino o utilice mano libres.
La transmisión de la información de Cipia llegará al centro de monitoreo en tiempo real las 24 horas del día; adicionalmente generará un reporte diario para evaluar los históricos e incidencias en semáforos rojos, utilizando una ficha-dictamen para evaluar los malos usos y costumbres al momento de conducir.
Asimismo, como diferenciador, cuenta con un programa de factor humano para el operador, con con fin de mejorar su calidad de sueño, disminuir su ansiedad y aumentar su desempeño; y prioriza el respeto a la privacidad del conductor, ya que la cámara no grabará mientras el vehículo esté apago y el operador descansa.
Aula Simulador Itinerante
Con el objetivo de reducir los accidentes y mejorar el rendimiento en el camino, la compañía implementó su Aula Simulador Itinerante, lo que considera una evolución en la manera en la que capacita a su personal, ya que con simulaciones de eventos reales prepara a sus conductores para cualquier eventualidad.
Esta aula ha visitado 10 unidades operativas de la empresa, capacitando a más de 1,000 operadores durante los últimos 18 meses, a través de 238 sesiones con una duración de más de 1,900 horas. Y de acuerdo con Coca-Cola FEMSA, los conductores capacitados se sienten satisfechos y mejor preparados para enfrentar los incidentes que se puedan presentar en ruta.
«Con esta tecnología Coca-Cola FEMSA y Solistica buscan priorizar la integridad de los tripulantes de la unidad y las personas alrededor, a través de buenos hábitos de conducción, prevención de riesgos y prevención de accidentes», destacó Ávila.
El directivo señaló que la empresa tiene como punto de partido a la gente y al medio ambiente, por lo que sus inversiones en tecnología buscan proporcionarles la seguridad suficiente, a través de cinco pilares en su estrategia de seguridad T1:
- Cultura
- Gestión de riesgos, estándares y controles
- Infraestructura y tecnología
- Gestión de desempeño y accountability
- Desarrollo de capacidades
«Este es el marco estratégico que hemos creado como Coca-Cola FEMSA y Solística para la gestión de la seguridad de la distribución y Este es nuestro norte, es el faro, cada vez que vaya modificar y gestionar; y tenemos herramientas alrededor que ayudan a gestionarlo y alejarnos del riesgo», puntualizó Ávila.
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