Pensar en mujeres exitosas dentro de la industria fabricante de vehículos pesados remite de inmediato a la figura de Marcela Barreiro, quien luego de ejercer como abogada en diferentes industrias, inició su travesía en Daimler Truck México en 2008.
Tras desempeñarse en el área Legal y de Recursos Humanos dentro de la organización, rompió varios paradigmas al convertirse en la primera mujer en liderar la compañía en México, demostrando así que el talento no tiene género y que las oportunidades están al alcance de aquellos que luchen por conseguirlas.
Desde su llegada a la armadora hace más de una década, Marcela quedó cautiva del autotransporte y de la idea de poner al país en movimiento a través de su labor. De igual forma, precisó, disfruta adentrarse en las necesidades de los clientes y diseñar soluciones integrales para incrementar la eficiencia operativa de sus negocios.
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A casi dos años de haber asumido la presidencia y fungir como CEO de Daimler Truck México, Marcela reconoció que la clave de los buenos resultados que ha cosechado radica en enfocarse en sus objetivos y empatarlos con los de la empresa, así como en formar equipos de trabajo profesionales, ágiles, eficientes y comprometidos, de manera que los logros sean colectivos, pero dirigidos a un mismo fin.
Igual de relevante, expresó, es la autoconfianza, pues está convencida de que atreverse a hacer las cosas es la clave para alcanzar cualquier meta por difícil que parezca.
“Ni el talento ni el éxito dependen del género, sino del conocimiento, la preparación y la disposición que se tenga para atreverse a hacer las cosas con determinación. También es importante la sororidad, empoderarnos unas a otras, apoyarnos de manera auténtica y comprometernos a impulsarnos, a través del respeto y la confianza”, manifestó Marcela en apoyo a las mujeres que comienzan su andar en el autotransporte.
Barreiro considera que la industria ha experimentado un avance en materia de equidad, pero aún falta camino por recorrer: “Vamos avanzando, no tan rápido como me gustaría, pues hace falta mucho trabajo de conciencia, tanto en las mujeres como en la estructura de las organizaciones. Cuando se logre esa combinación, se alcanzará la completa equidad”, precisó.
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Añadió que es importante sumar esfuerzos, de modo que las armadoras, cámaras y asociaciones del sector, así como los propios transportistas, trabajen en iniciativas para promover la participación de la mujer en la operación de vehículos pesados.
Lo importante, dijo, es ofrecerles óptimas condiciones para que desempeñen su labor de manera segura mediante un adecuado balance entre su trabajo y su vida personal y que, al mismo tiempo, las mujeres tengan plena confianza en sí mismas, levanten la mano y se atrevan a asumir otras responsabilidades.
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