En el lanzamiento de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), su presidente, Francisco Cabeza, afirmó que México le está enseñando al mundo cómo se hacen los proyectos de movilidad eléctrica en el transporte de mercancías.

Las empresas de distribución y de alimentos son las que en México han invertido más en vehículos eléctricos, muestra de ello es que Grupo Bimbo tendrá 4,000 unidades de este tipo al 2024 y probablemente dicho sector comercial cierre este año con alrededor de 6,000 unidades.

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Se estima que uno de cada cinco vehículos en México es dedicado al transporte de carga y reparto de mercancías, por ello, dijo Francisco Cabeza dicho segmento puede contribuir como ejemplo para hacer una transición a la movilidad eléctrica de manera más acelerada.

Las empresas privadas, que cotizan en bolsa, con compromisos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) son las que están invirtiendo en la movilidad eléctrica, advirtió.

Explicó que para adoptar este esquema, las compañías deben adecuar sus centros de distribución, contar con cargadores, cambiar transformadores y ser capacitados en tarifas y recarga inteligente para tener más ahorros en la parte de la tarifa eléctrica.

Francisco Cabeza se congratuló de que las empresas de reparto están haciendo bien su tarea y de que ya se observan diferentes flotas de vehículos de carga eléctrica en la ciudad.

Los retos de la AMIVE

 “La movilidad eléctrica hoy se piensa como una industria, cuando en realidad es un ecosistema”, explicó Francisco Cabeza, dijo que este sistema no se agota en la industria automotriz, sino que se expande en la manufactura eléctrica, al desarrollo de software, la capacitación de gestores de flota, hasta la generación y almacenamiento de la energía.

“La misión de la AMIVE es sumar y vincular a todas las diferentes industrias y fortalecer el diálogo entre los sectores y privados, entre actores nacionales e internacionales a fin de tener más rutas claras hacia la movilidad eléctrica”, comentó.

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El presidente de AMIVE refirió que el principal reto para la movilidad eléctrica es la infraestructura de carga, se deben de definir normas y estándares, por ejemplo, en el país se tienen cuatro formatos de recarga el chino, europeo, el americano y el de Tesla.

“Si seguimos con cuatro en el país lo que va a suceder es que vamos a multiplicar por cuatro la infraestructura de recarga y a dividir por cuatro la capacidad de recarga, lo que nos pondría en desventaja frente a cualquier país del mundo”; por ello hizo un llamado a tener un estándar universal que permita que cualquier vehículo, desde uno ligero hasta uno pesado pueda cargar el mismo tipo de infraestructura.

Como segundo reto, expuso que se debe de trabajar en normas de instalaciones eléctricas y promover políticas públicas que aceleren la movilidad sostenible y que permitan generar incentivos para adoptar más vehículos. “Por ejemplo tenemos, placas de vehículos verdes ligeros, pero no tenemos placas para vehículos pesados, queremos hablar en la agenda de placas federales del transporte de mercancías”, agregó.

Ese tipo de incentivos son los que negociarán con el gobierno federal, por ejemplo, revisarán con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) la infraestructura de recarga en las carreteras para hablar de una movilidad entre ciudades que también puede hacer eléctrica.

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