El filtro de revisión instalado por el Gobierno de México en la Aduana de Nuevo Laredo, en Tamaulipas, fue la gota que derramó el vaso para que operadores se manifiesten en este punto de la frontera, para exigir acciones que den fin a los cuellos de botella en el comercio internacional.
La tarde de este jueves, mujeres y hombres dedicados a la conducción de vehículos pesados en la Aduana de Nuevo Laredo realizaron un bloqueo que, de acuerdo con medios locales, duró poco más de seis horas en el portón de entrada al Puente Internacional III, conocido como Comercio Mundial.
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La movilización de los operadores exigía la reubicación del filtro de revisión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde elementos de la Guardia Nacional realizan revisiones exhaustivas a la carga, provocando filas de hasta 16 kilómetros para ingresar a Estados Unidos.
Otro punto relevante fue que el vehículo de revisión no Intrusivo, los ZBV, de importación sea reubicado al área de exportación.
Sin embargo, la movilización también evidenció serias deficiencias en la operación de la aduana más importante de América Latina, que al sumar las inspecciones de la Guardia Nacional volvieron insostenible la operación.
Moduladores sin celulares, señalética y baños abiertos en la Aduana de Nuevo Laredo
Las operadoras y operadores demandaron la apertura de la totalidad de los módulos de importación y exportación, así como señalética adecuada para diferenciar aquellos cerrados o abiertos y que los baños permanezcan abiertos; deficiencias en la coordinación de las aduanas.
La movilización visibilizó la falta de supervisión al personal operativo al demandar que los moduladores no porten teléfonos celulares durante su horario laboral, además de pedir una adecuada apertura de ventanas en módulos, cuando los operadores recogen la documentación.
Los responsables de mover la carga internacional de México solicitaron la apertura de dos módulos FAST, así como imponer multas o sanciones a las agencias aduanales que no estén presentes en el momento de la apertura de sellos, durante la verificación de la mercancía.
Entre las demandas también están deficiencias en infraestructura carretera: la falta de líneas de señalización a partir del kilómetro 5 a la caseta Fideicomiso, de Caminos y Puentes Federales (Capufe), en la exportación; y el retiro de contenedores vacíos de importación, a cargo de una empresa.
Compañerismo de operadores
Los operadores que no se unieron al bloqueo, convocado para instalarse en el Puente Mocho, sonaron los cláxones de los tractocamiones en señal de compañerismo y protesta por la situación, que se agudizó las últimas dos semanas.
Juan Cedillo González, el coronel a cargo de la Aduana de Nuevo Laredo, firmó estas demandas y se comprometió con solucionar las deficiencias, que provocan extensas horas de espera de los operadores en detrimento de su desempeño, sus ingresos y su salud.
Adicionalmente, las empresas transportistas enfrentan sobrecostos que, finalmente son traspasados al consumidor, en ambos lados de la frontera.
Este jueves, una falla eléctrica en los módulos de importación en el Puente Comercio Mundial paralizó la actividad comercial, mientras que las exportaciones no se vieron afectadas, informó la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo.
Las inspecciones del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum buscan frenar el tráfico de drogas y la migración de personas hacia Estados Unidos, las principales demandas de Donald Trump para mantener libres aranceles a la mercancía hecha en México.
En la Aduana de Nuevo Laredo se realizaron 5 millones 382,380 operaciones el año pasado, 2% más respecto a todo 2023. Se trata del principal punto comercial entre México y Estados Unidos.
Fotos: Cortesía de «Traileros de Nuevo Laredo».
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