Para Kurt Hanssen, Director de Logística y Cumplimiento en IKEA México, las cadenas de valor internacionales son el corazón palpitante de la economía global y, para países como México, este proceso no es ajeno a su influencia transformadora. Desde la manufactura hasta la distribución, estos procedimientos no sólo conectan países y continentes, sino que también moldean la estructura económica y logística de las naciones receptoras.
En el caso de México, que funge para muchas compañías como un hub logístico crucial de América Latina, estas cadenas desempeñan un papel vital que va más allá de la mera distribución de productos.
El especialista señala que las operaciones logísticas son complejas, dependen de factores tanto internos como externos y, naturalmente, requieren una cuidadosa planificación y organización. Sin embargo, México ha emergido como un punto focal para las cadenas de valor globales, aprovechando su ubicación estratégica entre Norteamérica y Latinoamérica.
Con una infraestructura logística en constante evolución, el país ha fortalecido sus capacidades para manejar flujos intensivos de mercancías provenientes de todo el mundo. Desde los puertos hasta los centros de distribución terrestre, cada punto de esta red está diseñado para optimizar la eficiencia y reducir los tiempos de entrega.
“En nuestro caso, una vez que la mercancía pasa la aduana, se dirige al Centro de Distribución Multicanal (MCDC), ubicado estratégicamente al norte de la Ciudad de México. El MCDM en Zumpango actúa como el núcleo de distribución tanto para el eCommerce, que entrega en todo el territorio nacional, como para nuestras tiendas de la Ciudad de México (Oceanía) y Puebla”.
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Hanssen explica que este sitio tiene una capacidad de 24,000 m2 y cuenta con aproximadamente 120 colaboradores; este centro no sólo almacena y distribuye productos, sino que también coordina la logística de última milla de aproximadamente 500 pedidos diarios y su entrega directa a domicilio, así como puntos de recolección en todo el territorio nacional.
Esto de la mano con sus socios transportistas, quienes son clave para asegurar entregas eficientes y satisfactorias en todo México y así cumplir las expectativas de un mercado tan diverso y exigente.
Los equipos de trabajo deben tener una estructura organizacional robusta, con perfiles especializados que garanticen la fluidez de las operaciones
- Suministro y disponibilidad: Gestionan los pedidos globales basándose en las previsiones de ventas para maximizar la disponibilidad de los productos.
- Aduanas y cumplimiento: Garantizan el pago correcto de todos los aranceles, realiza seguimiento de los acuerdos de libre comercio, etiquetado y certificación adecuada para el mercado mexicano
- Operaciones de almacén y centro de distribución: Gestionan los procesos logísticos, como recepción de mercancías, inventario, recuperación, reposición, preparación de pedidos, embalaje y expedición.
- Operaciones de última milla: Negocian y supervisan que se cumplan correctamente los acuerdos con proveedores de servicios para la entrega, montaje, instalación y devolución en caso de ser necesario.
Kurt Hanssen destaca que las cadenas de valor son mucho más que simples conductos para la distribución de productos, por lo que es necesario entender y optimizar estos procesos, no sólo centrándose en cumplir con la demanda, sino en superar las expectativas del cliente, desde la planificación hasta la entrega, diseñando una experiencia fluida y satisfactoria.
Todo ello, no sólo con el objetivo de fortalecer el posicionamiento de IKEA en el mercado mexicano, sino que también establecer un estándar elevado para la gestión de las cadenas de valor, tanto en México como en el mundo.
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