Con la llegada de los nuevos estándares de emisiones Euro VI / EPA 10 que ofrece el mercado de vehículos pesados en México, empresarios han ajustado sus operaciones para mantener una flota renovada y cumplir con su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
“El costo de la inversión en las nuevas unidades es más elevado; sin embargo, existe una diferencia en el consumo del diésel, ya que los motores son mucho más eficientes, lo cual vemos en el rendimiento de kilómetros por litro de combustible y en la reducción de emisiones”, comparte Ángel Hernández, Director General Adjunto de Super Transporte Internacional (STI).
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Explica que, para mantener vehículos con los estándares tecnológicos Euro VI, EPA 10 y EPA 21, como es el caso de STI, se requieren, además de grandes inversiones, una planeación estratégica para garantizar que se cumpla con una operación eficiente, tanto en el servicio como en el mantenimiento, la postventa y el abastecimiento energético.
Con base en el acuerdo publicado en abril en el Diario Oficial de la Federación, a través del cual se elimina la extensión al 31 de diciembre de este año para la expedición de certificados adicionales a Euro V y EPA 07, se vuelve mandatoria la producción de vehículos nuevos con motores que cumplan únicamente con Euro VI y EPA 10 a partir del primero de enero del próximo año.
Ante dicha disposición, dueños de flotas se adaptan también con una logística precisa de la mano de sus proveedores, entre ellos: armadoras, expendedores de hidrocarburos, técnicos y otros especialistas para transitar del binomio actual de Euro V / EPA 07 al de Euro VI / EPA 10.
“Es romper paradigmas de que, a mayor tecnología, mayor complejidad en el soporte”, opina José Hernández, Gerente de Energía de Transportes Monroy Schiavon (TMS), empresa con unidades con tecnología Euro VI / EPA 10, que también se ha ajustado a la normatividad sin descuidar la eficiencia, la sustentabilidad y la calidad de los servicios.
En la ruta energética
Aunque la norma regula los límites permisibles de las emisiones y los tiempos para los productores de vehículos pesados, el sector se ha adelantado con la adquisición de este tipo de tecnología.
Y para estar a “la altura” del compromiso que implica mantener un parque vehicular limpio y renovado, dueños de grandes flotas se aseguran de tener toda la proveeduría que requiere el óptimo funcionamiento de las unidades, entre ellas el abasto de diésel de Ultra Bajo Azufre (UBA) o (DUBA), así como de urea, indispensables para la reducción de los noxes.
Algunas empresas comparten que el reto de la disponibilidad de ambos fluidos lo han resuelto planeando las rutas con la identificación de las estaciones de servicio que cuentan con DUBA, con estaciones propias o con contratos de suministro continuo con los proveedores de hidrocarburos.
“Hemos invertido en estaciones de autoconsumo; cerca del 80% de este consumo es de nuestra red, así es como garantizamos el diésel UBA. Además tenemos alianzas con algunos importadores directos y de PEMEX (Petróleos Mexicanos)”, expresa Raúl Reyes, Director de Operaciones en Mexamerik.
Del mismo modo opera STI, que tiene una terminal propia en Nuevo Laredo para el abasto de DUBA: “Al estar en la frontera, gran parte del volumen de las operaciones se hace aquí; entonces, tenemos una estación con Pemex y así aseguramos el diésel de Ultra Bajo Azufre, ya que la mayoría de lo que nos suministran en las estaciones de la región es diésel importado”, detalla Ángel Hernández.
Agrega que para las unidades que viajan al sureste mexicano, se contempla un mapa de las estaciones del centro del país donde se puede recargar combustible. “Pemex tiene la opción de importar el combustible, por lo que no hay ningún problema aquí en Nuevo Laredo, pues las unidades van y vienen. También vamos a Ciudad de México, Puebla y Querétaro, donde se consume el 15% del combustible directo en las estaciones”, señala.
Otra alternativa para encontrar DUBA en el país, es mediante la comunicación directa con los expendedores de diésel, ya que algunos han desarrollado aplicaciones para que los operadores puedan acceder de manera rápida a la red de estaciones de expendio al público.
De aquí la importancia de la señalización por parte de PEMEX de aquellas estaciones de servicio que cuenten con diesel UBA, así como una distribución estratégica a nivel nacional.
Urea automotriz más accesible
De acuerdo con los directivos, el suministro de este fluido es más sencillo, ya que en los últimos años los proveedores de este químico se han encargado de mantener los inventarios llenos; además de que otros actores, como los productores de vehículos y motores, que han incursionado en el desarrollo de diversas soluciones para asegurar la disponibilidad del líquido.
En México existe abasto de urea automotriz a nivel nacional a través de un importante número de productores y comercializadores de este químico, que es indispensable desde la introducción de la tecnología SCR hace varios años en el país.
“Al tener camiones muy eficientes en emisiones, la relación de consumo de urea es de un 11% contra el de diésel. El suministro de urea lo administramos con la red de estaciones donde ya sabemos que hay”, amplía José Hernández.
Ante este panorama, el Gerente de Energía de TMS recomienda el mapeo de rutas y documentar la autonomía de las unidades para concentrar las cargas de combustible en la menor cantidad de estaciones acorde con la operación de las empresas.
“Esto nos ayuda a seleccionar a los proveedores que cuentan con DUBA y urea. La gestión de esto se facilita si se cuenta con una tarjeta de acceso a la red combustible, y permite tener un mejor control de calidad de los químicos”, agrega.
Para el Director de Operaciones de Mexamerik, acceder a la urea ha sido sencillo, ya que la empresa mantiene alianzas con proveedores que le facilitan el surtimiento, por lo que “no hemos tenido ningún problema con ello”, asegura.
Beneficios de Euro VI
Además de reducir las emisiones contaminantes, los transportistas reportan ahorros en el consumo del diésel de entre 5 y 20 por ciento.
“Se contribuye también a todo el tema de las certificaciones y, al contribuir con el cuidado del medio ambiente, hay clientes que nos otorgan algunas distinciones por tener motores de alta tecnología y bajas emisiones, lo que es un valor agregado para nosotros”, sostiene el Director de STI.
Contar con los últimos estándares también implica tener operadores capacitados para el uso de las nuevas tecnologías; por lo que, en lugar de asumir esto como un reto, los transportistas la consideran una ventaja, ya que impulsa a las empresas a capacitar a su personal para tener mayores rendimientos.
“El coaching de desarrollo del operador, el programa de mantenimiento y los sistemas de asistencia del conductor en seguridad activa, nos ayudan a incrementar el kilometraje y a tener una mayor durabilidad de los componentes”, explica José Hernández de TMS.
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Al esfuerzo de mantener una flota renovada también se suman las oportunidades de llegar más lejos, pues el binomio Euro VI y EPA 10 se empata con estándares que exigen las normas en Estados Unidos.
“Es una gran ventaja, puesto que es retribuible el costo de inversión; cada vez se está pujando más por estas innovaciones. Además, las regulaciones van cambiando aquí y en Estados Unidos; entonces, hay que estar preparados y hacer todo el esfuerzo por la renovación de unidades”, agrega el directivo de STI.
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