La elevada inflación ha impuesto un nuevo reto a los empresarios, quienes en un entorno de incertidumbre, ahora deberán hacer frente al incremento de precios en los insumos, la crisis de semiconductores y el déficit de operadores.
Eficiencia, productividad y actualización de tarifas son algunas de las opciones que las empresas de autotransporte tienen para salir adelante de esta compleja situación, la cual podría poner en riesgo la existencia de muchos negocios del sector si no se toman las medidas necesarias.
“Esta situación nos afecta a todos. Muchos de los componentes que tienen los autobuses han escaseado y con ello complicado la distribución. Nos ha costado trabajo conseguir las refacciones y se ha incrementado mucho su precio. No ha sido fácil. Hoy, adquirir un autobús es más difícil, son más caros y las opciones de financiamiento también son elevadas”, señala Lucio Rodríguez González, Presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat).
La inflación general en México tocó un nuevo pico, de 7.88% anual, en la primera quincena de junio, desde el 7.72% previo, refieren datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Así, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) superó las expectativas de analistas, presionada por la mayoría de sus componentes.
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Así, ante las presiones inflacionarias que enfrentan México y el mundo, asociadas en gran medida al conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, el autotransporte debe hacer frente a este nuevo desafío que pone en riesgo su productividad y rentabilidad.
Eficiencia y productividad vs. inflación
La productividad y la eficiencia hoy son críticas, destaca Carlos Bres, Director General de TDR Soluciones Logísticas, quien agrega que esta situación inflacionaria no es reciente, sino que comenzó a gestarse desde 2021, afectando todo lo que tiene que ver con la adquisición de equipos y refacciones: “Tenemos que estar muy conscientes de que los equipos trabajen, si no, la estructura de costos simple y sencillamente no da”.
En este sentido, Refugio Muñoz, socio de Transporte Mumor, señala que para combatir la inflación, las empresas transportistas pueden actuar para fortalecer tres áreas esenciales: operación y tráfico; mantenimiento, y administración.
“Las tres son el corazón de la empresa y se debe buscar el justo equilibrio entre ellas; que se vean como parte de un sistema y que cada una tiene algo que aportar para que la compañía sea exitosa”, destaca.
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Agrega que para fortalecerlas, se debe mantener en condiciones óptimas el equipo, evitar o reducir al máximo el riesgo para que la unidad cumpla con sus periodos de entrega, y atender tanto la productividad de los vehículos como la función del operador, otorgándole las condiciones adecuadas para desempeñar bien su trabajo.
Por su parte, Uriel Joffre, Director General de Grupo Transportes, menciona que hoy se presenta la oportunidad de buscar áreas de mejora al interior de las organizaciones, y detalla que por ello la compañía identificó en su mantenimiento a las refacciones que tenían un mayor impacto, disminuyendo su dependencia e implementando estrategias de compras anticipadas para aminorar lo más posible el efecto de la elevada inflación.
Frente común con clientes y proveedores
El directivo de Grupo Transportes resalta que el sector se encuentra en una situación insólita, lo que da la oportunidad para reflexionar sobre las acciones encaminadas a obtener mejores resultados, apoyándose en los clientes y proveedores para encontrar esos puntos clave.
“Pensar que el autotransporte de carga tiene la posibilidad de que en lo individual resuelva este tema, me parece que no estaríamos reconociendo que formamos parte de una cadena de suministro, y en esa cadena tenemos que trabajar en conjunto cada uno de los eslabones para poder atender esta situación unidos”, indica Joffre.
En este sentido, Muñoz coincide en la relevancia de acercarse a los demás eslabones de la cadena y lograr que tanto el usuario como el proveedor de insumos y el prestador de servicios establezcan una relación y acuerdos en los que todos ganen.
“Analicemos la condición del mercado y establezcamos acuerdos para hacer una sinergia. Si el contratante no paga una tarifa justa, el prestador no puede darle un servicio de calidad, y si el proveedor de insumos no me ayuda, él no va a poder vender”, menciona el socio de Transporte Mumor y Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
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Actualizar las tarifas
Joffre coloca la actualización de precios como una medida necesaria para sortear el pedregoso camino hacia la recuperación, indicando que en el caso de Grupo Transportes, se le ha comunicado a sus clientes que no se trata de una decisión para incrementar sus márgenes, sino de una reacción ante los riesgos sistémicos y los factores que no están dentro de su control, cuyo objetivo es obtener los ingresos necesarios para cubrir sus costos.
“Por eso hay que transmitir que es un desafío importante el poder construir una estrategia en conjunto con proveedores y clientes, donde pensar que la omisión de la actualización de las tarifas no es indispensable, me parece que estaríamos equivocados. Sí hay algunas cosas qué hacer, pero la principal para enfrentar esto, es una actualización de las tarifas”, apunta.
Muñoz destaca que en situaciones como la actual, pueden verse afectadas la rentabilidad y la calidad y, para combatir esto, las empresas transportistas pueden hacerse más eficientes o buscar una redistribución del gasto.
Sin embargo, añade, las organizaciones que ya no tienen forma de hacerse más eficientes para sobrevivir en esas condiciones del mercado, podrían afectar sus costos y gastos generando consecuencias en la seguridad y la calidad.
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Destaca que los transportistas deben pedirle al cliente que no los vean como un costo que hay que reducir a su mínima expresión, sino como un servicio que agrega valor a los productos que están fabricando y deben llegar hasta el consumidor final.
“Si en la cadena le cargamos todo el peso a un eslabón (como el autotransporte), lo que se provoca es que se rompa. Si somos capaces de explicar eso, el cliente va a entender que es necesario tener en condiciones adecuadas ese eslabón para que no se rompa; y para ello, dicho eslabón tiene que recibir un precio justo”.
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