La historia de Transportación y Servicios Rawill se remonta a 2006, cuando Raciela Hernández Roux tomó una decisión importante por ella y por sus hijos: se independizó y empezó a trabajar de manera autónoma, a fin de aspirar a un mayor crecimiento y tener mayor control sobre sus tiempos.
Aprovechando la experiencia que obtuvo en sus trabajos para empresas de logística, ella descubrió que tenía un talento particular para las ventas, de tal manera que tratar con los clientes siempre fue su mejor escenario en términos laborales.
Al principio era solo gestión, pero al segundo año ya empezó a adquirir los primeros vehículos y remolques de Rawill, además de contratar personal tanto operativo como administrativo.
Al haber sido fundada en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el principal giro de la empresa está en los cruces internacionales, lo que ha sido rentable al grado de que hoy es muy conocida en la frontera.
Como dato curioso, la fundadora explicó que el nombre de la empresa es la fusión de la primera sílaba de su nombre más la palabra en inglés “will”, traducida como voluntad, pues para ella esa es la clave del éxito.
Raciela Hernández contó a TyT que los pequeños momentos de Rawill han construido esta historia, pues cada que un cliente les confió su operación, para ella ha sido un logro y una responsabilidad muy grandes.
Y, claro, quizá el principal hito de la compañía fue dar el salto de ser un operador logístico a convertirse también en una flota de transporte comprometida con cada embarque que hoy hacen con sus 35 vehículos.
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En la actualidad, Transportación y Servicios Rawill emplea a 77 personas, tiene dos patios y 19 sucursales en todo el país, y la expectativa para el presente y el futuro es seguir creciendo de una manera orgánica y responsable.