La infraestructura energética es el prinicipal reto para la transición a cero emisiones en la industria de los vehículos pesados de carga y pasaje, aseguró Alejandro Osorio Carranza, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Durante su participación en el foro «México hacia un futuro libre de combustibles fósiles», Osorio destacó que en el país existe una incertidumbre energética, debido a la carencia de infraestructura.
Alejandro Osorio detalló que, el país cuenta únicamente con 36 electrolineras con capacidad de 50 kW, y sólo 11 de ellas son para vehículos pesados, en lo que refiere a combustibles como el gas natural y el diésel, señaló que existen sólo 65 estaciones de gas natural vehicular y 9,273 estaciones de diésel.
Pero en lo que refiere al diésel ultra bajo en azufre, conocido como DUBA y que es mucho más limpio, no se tiene aún una cobertura en todo el territorio nacional para su abastecimiento.
Otros retos para la transición a cero emisiones
Por otro lado, el representante de la ANPACT indicó que el segundo reto para una transición a una movilidad cero emisiones es la renovación de la flota.
Actualmente el 41% de los autobuses, camiones y tractocamiones tienen una antigüedad mayor a 20 años, de acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Ante esta situación, enfatizó que hay vehículos de más de 40 años circulando por las carreteras, lo que tiene graves implicaciones tanto para la seguridad vial como para la regulación de emisiones contaminantes.
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El tercer punto señalado, es la falta de incentivos verdes y de una política pública integral, que cuente con la participación de autoridades, de la industria, transportistas y de la academia, y a través de ella establecer objetivos graduales y realistas.
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