Si bien la revisión periódica de un vehículo para verificar su estado antes de ponerlo a rodar es la mejor práctica para evitar incidentes sobre la marcha, también hay otros factores a considerar, como los olores, ya que en algunas ocasiones éstos pueden indicar algún tipo de falla o avería en la unidad.
En entregas pasadas de Esenciales TyT platicamos sobre esos ruidos en el tractocamión que bien pueden ser síntoma de algún desperfecto, y es por eso que ahora abordaremos seis olores que también podrían ser síntoma de algo que debe ser tratado y/o atendido.
Y aunque no se trata de ciencia, la experiencia puede coincidir en que la relación de estos olores con sus posibles fallas tenga un alto porcentaje de efectividad, pues suelen ser relativamente comunes.
- Olor a alfombra quemada
Este olor es casi inconfundible y, por lo general, puede estar relacionado con los frenos, de tal manera que es imperativo hacer una revisión puntual con un especialista para confirmar o descartar una avería.
- Olor a huevo podrido
Este desagradable aroma puede estar directamente relacionado con el catalizador o sistema de postratamiento de la unidad, pues es probable que no esté haciendo su trabajo de manera correcta, y los gases del vehículo no están siendo tratados de la mejor manera.
- Olor a aceite caliente
Cuando el lubricante se derrama en el sistema de escape, este olor es inconfundible, de tal manera que habrá que comprobar si hay restos o, incluso, el vehículo lo derrama o despide humo negro.
- Olor a combustible
En caso de que el vehículo tenga una fuga de combustible, el olor será muy impregnante, y en estos casos es fundamental no seguir en marcha, pues el riesgo de incendio podría ser mucho mayor.
- Olor a hule quemado
Otro aroma inconfundible se presenta cuando hay alguna falla en las mangueras, pues no están en su lugar y probablemente se estén frotando, así que lo mejor será apagar el vehículo y esperar a que se enfríe para confirmar y reparar esta situación.
- Olor a caramelo
Lo dulce también es fácil de detectar, y éste, sin duda, suele estar relacionado con el líquido anticongelante o refrigerante, y ese aroma también es sinónimo de que algo anda mal, y al igual que el punto anterior, hay que esperar a que el motor se enfríe, antes de revisar.
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En estos casos, no hay que omitir ni ignorar los olores que, sin duda, serán raros o poco comunes, pues en una operación habitual, estos no deberían presentarse.