La Secretaría de Movilidad (Semovi) de la Ciudad de México lanzó el segundo programa de sustitución de unidades de transporte público para conformar el Corredor Xochimilco.
Dicho programa va dirigido a las unidades con 10 o más años de antigüedad que prestan servicio en las rutas 20, 36 y 81 para que sean integradas como empresa.
La dependencia señaló que el objetivo de este segundo programa es incorporar a los concesionarios de las rutas 36 y 82 que no lograron participar en el Primer aviso de lineamientos.
Además de sumar a los concesionarios de la Ruta 20 en el ramal Xochimilco-Milpa Alta, y avanzar con la consolidación del Corredor Xochimilco.
Asimismo, detalló que a través de este programa se sustituirán los vehículos obsoletos por nuevas unidades que cumplan con las normas técnicas de seguridad, accesibilidad, comodidad y eficiencia, que se requieren para mejorar la calidad del servicio de transporte público.
La Semovi recordó que la conformación de nuevos corredores busca contribuir a la reforma y ordenamiento integral del transporte concesionado.
El servicio de transporte público de pasajeros colectivo concesionado clasificado como Corredor se distingue por contar con un recaudo centralizado, una operación regulada que cuenta con paradas predeterminadas y con una infraestructura para el ascenso y descenso de pasajeros, con terminales en su origen y destino, Todo esto significa trayectos más cómodos, seguros, rápidos y eficientes.»
El año pasado, la Secretaría implementó el Primer aviso de lineamientos para ordenar el servicio de transporte en Xochimilco, donde se incorporó a concesionarios de las rutas 36 y 81.
En esta primera acción la dependencia recibió 361 solicitudes de inscripción, de las cuales 294 resultaron procedentes en el proceso y derivado de este proceso se adquirieron 129 autobuses nuevos.
Chatarrización de unidades
La Secretaría de Movilidad capitalina señaló que es necesaria la chatarriización de unidades con 10 o más años de antigüedad vinculadas a las concesiones que serán extintas.
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Esto con el fin de evitar que éstas caigan en un mercado de autopartes, que puedan representar un obstáculo para la modernización del transporte público en la Ciudad de México.
La compraventa de autopartes ineficientes, inseguras y obsoletas, puede prolongar la utilidad de unidades con más de 10 años de antigüedad que prestan servicio de «Transporte de ruta», así como desincentivar su sustitución, incluso cuando estas unidades ya no se encuentran en las condiciones de eficiencia, seguridad y comodidad que dispone la normatividad aplicable.»
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