Aunque parezca una obviedad, los servicios de grúa resultan fundamentales para la movilidad social, pues son un actor emergente, listo para reaccionar ante cualquier incidencia que requiera arrastre y/o salvamento, además de todas las maniobras que requiere su naturaleza, y es por eso que aquí detallamos en qué consisten los tipos de grúa. 

Aunque la primera clasificación es por normativa y obedece a su capacidad de carga, la verdad es que primero hay que distinguirlas en dos grandes rubros: pluma o plataforma, pues las primeras se refieren a las primeras tecnologías que solían enganchar al vehículo remolcado para después arrastrarlo. 

Las segundas, en tanto, ya eran una novedad, pues no arrastraban a las unidades, sino que las cargaban y así las trasladaban, pero antes de continuar con la clasificación reglamentaria es importante destacar que los servicios de arrastre, maniobra y salvamento resultan imprescindibles para entender la movilidad de éste y cualquier otro país. 

José Luis Martínez García, director general de Grúas y Pensiones Martínez, señaló que, en algunas ocasiones, un operador de este servicio llega al lugar de los hechos y tiene que ayudar a las víctimas de un choque, por ejemplo. 

O si está lloviendo o nevando, las condiciones no le impiden hacer su trabajo, de tal manera que se arriesgan a situaciones que van mucho más allá del volante, y es por eso que la capacitación en torno a sus funciones debe ser mucho más completa, como saber primeros auxilios, por ejemplo. 

Por eso es  que el segmento de grúas resulta medular en toda esta ecuación. Y en este contexto, ahora sí, aquí está el ABC de los tipos de grúa según su capacidad de carga. 

Simbología:

P- Pluma  con tope

PL- Plataforma

PLS- Plataforma superior

PU- Pluma con sujetador por eje o de chasis (under lift)

PW- Pluma con sujetador de llantas (wheel lift)

T- Tope

U- Sujetador por eje o de chasis (under lift)

W- Sujetador de llantas (wheel lift)

T-S- Tractocamión semirremolque

Grúas de gancho de remolque y cadenas

Conocidas como grúas de remolque, éstas son las de mayor tradición, pues antes eran la única opción en este segmento, y aunque han sido desplazadas por tecnologías mucho más nuevas, seguras y eficientes, todavía existen algunos segmentos que utilizan esta opción. 

Éstas fueron las primeras grúas que salieron al mercado, pero su uso es cada vez menos frecuente. Se conserva este tipo de grúa para el remolque de vehículos comerciales y tractocamiones.

El hecho de que su anclaje sea con cadenas revueltas alrededor del bastidor solía causar daños en los vehículos remolcados, como abolladuras o rayones. Y en la actualidad también se utilizan para arrastrar vehículos que no cuentan con las llantas de algún eje. 

Grúas de arrastre 

A diferencia de las anteriores, éstas utilizan un yugo de metal en lugar de cadenas, de tal manera que se engancha bajo el tren delantero o en el sistema de ruedas traseras del vehículo.

Estos tipos de grúas se caracterizan por ser vehículos compactos y prácticos, además de que, gracias al poco largo de su brazo, cuentan con una mejor maniobrabilidad.

Grúas con cama plana o camilla

Son las más utilizadas para el transporte de vehículos, ya que no ejerce presión sobre la unidad ni requiere realizar un arrastre por un largo período. La plataforma se ubica en la parte trasera de esta camilla de auxilio, la cual se inclina con el fin de tomar la forma de una rampa para que pueda subir el vehículo.

Luego de que el vehículo se encuentre en posición, se utiliza un sistema hidráulico nuevamente para nivelar la superficie plana.

La principal característica de estas grúas es que no permiten el rodamiento de vehículos siniestrados, ya sea porque hayan tenido algún accidente automovilístico o que presenten desperfectos mecánicos y no sea posible arrastrar el vehículo de ninguna manera.

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Grúas de arrastre para camiones

Estas grúas de arrastre no levantan el vehículo completamente sobre el eje, lo que significa que los neumáticos, los sistemas de suspensión y los soportes de peso del vehículo no están sometidos a tanta tensión, lo que permite remolcar pesos más elevados y, por tanto, vehículos que suelen ser más grandes que la propia grúa.