El paso del control de las aduanas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) mantiene con retrasos importantes los cruces del autotransporte de carga en distintos puntos fronterizos y uno de los más afectados es Tijuana.
En la aduana comercial de la zona industrial de Otay, ubicada en Tijuana, los tiempos de espera para los cruces de carga no certificada son de hasta de ocho horas.
Es decir, hasta tres veces más respecto a las dos a tres horas y medias que reportaban con antelación.
Transportistas consultados por TyT refieren que las largas filas para cruzar la frontera en Tijuana son “el pan de cada día”, sin embargo, la situación se agudizó en las últimas cuatro semanas.
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En el caso de las cargas certificadas que cruzan en operaciones de importación y exportación los tiempos de espera se prolongaron de un promedio de hora y media hasta las cuatro horas, refieren los operadores.
El origen del problema en los cruces fronterizos de carga se debe a que el SAT y la ANAM, la cual permanece sin titular desde octubre pasado, están en un proceso de transición que involucra la conexión entre los distintos sistemas.
Estos problemas técnicos afectan, al menos en Tijuana, a entre 6,000 y 7,5000 operadores que utilizan el cruce fronterizo de Otay Mesa.
Los perjudicados esperan en la aduana de Tijuana más de seis horas para realizar los cruces, sin las condiciones para satisfacer sus necesidades básicas. Situación que pone en riesgo su salud y los lleva a exceder las horas legales de manejo en Estados Unidos.
Los tiempos de cruce en esta aduana fronteriza atentan contra la salud de los trabajadores del volante al invertir diariamente mas de seis horas por cada cruce, sin las condiciones para realizar sus necesidades mas básicas», sostienen.
En sus redes sociales, Israel Delgado Vallejo, vicepresidente de la región noroeste de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), advirtió de la situación provocada por constantes fallas en los sistemas de la ANAM.
El empresario externó su preocupación, ya que se han agudizado los retrasos en la aduana de Tijuana, cuando el autotransporte requiere mayor agilidad por la temporada alta.
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