Ante la poca participación de la banca comercial en el financiamiento de proyectos de transporte público, los prestadores del servicio, el Gobierno y los actores asociados deben crear nuevas reglas para ser más atractivos para el sector financiero, sostuvo Abel López Dodero, especialista en transporte urbano del Banco Mundial.
En el desarrollo de la edición 13 del Congreso Internacional del Transporte (CIT), organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), el especialista del Banco Central resaltó el éxito del Metrobús, en la Ciudad de México, y el esquema de transporte de León, Guanajuato.
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Sin embargo, reconoció que pese a ser proyectos que generaron mucho interés entre el sector financiero, aún pocos actores de los bancos comerciales participaban en el financiamiento de transporte público.
Eso nos lleva a que hay poca competencia, a que todavía hay bancos grandes que no están entrando en el negocio de financiar el transporte público y eso nos lleva a tasas más grandes y periodos de crédito más limitados”.
Durante el panel “Financiación del transporte limpio en las ciudades latinoamericanas” dijo que México ha avanzado en el crédito de proyectos, en cambio, hay poca innovación.
Advirtió que con la llegada de la pandemia, los proyectos de transporte público que ya se consideraban como riesgosos se volvieron mucho más riesgosos y algunos estaban por pasar ese nivel de bancabilidad mínimo necesario.
Por ello, añadió, se requieren nuevas estructuras para ser atractivos ante la banca comercial, en especial cuando se busca avanzar hacia energías más limpias. Por parte del Gobierno, como diseñador de política pública, debe pensar qué instrumentos puede tener para apoyar esa transición.
Otro aspecto es el uso de garantías soberanas y subsoberanas. Aquí explicó que muchas veces no existen subsidios directos al transporte público, porque en ocasiones no hay forma de garantizar que el recurso otorgado por el Gobierno realmente lleve a una mejor prestación del servicio.
Para atraer esas garantías los prestadores del servicio de transporte público, el Gobierno y actores asociados deben crear nuevas reglas en las que se debe:
- Revisar cuál es el modelo de concesión mediante el cual los bancos se sienten cómodos y las instituciones financieras participando en ellos.
- Cómo el sector privado, el transportista, protege y tiene certeza jurídica sobre su patrimonio.
- Cómo al usuario se le brinda una buena calidad en el servicio, aquí es donde está la gran oportunidad para poder subirse otra vez a la curva de desarrollo que tenía el sector, pero con elementos mejorados.
Los puntos anteriores, agregó, deben estar acompañados de una mejora institucional, es decir, plantearse cuál es el rol del Estado para poder garantizar estas nuevas reglas, cómo poder monitorear que las garantías subsoberanas no se vayan a activar.
El especialista del Banco Mundial recordó que existe la necesidad del transporte público de acceder a apoyos de capital en el corto plazo.
Es tiempo de revisar los elementos de mejora en la calidad (del transporte público), sentémonos, trabajemos, pero reconozcamos que en ambos lados hay áreas de oportunidad para movernos hacia otro tipo de modelos y de servicios orientados a tecnologías más limpias”.
La banca de desarrollo en el transporte público
En cuanto a la banca de desarrollo, el especialista expone que su papel es ser un aliado estratégico del Gobierno federal, de los estatales, de organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
En la banca de desarrollo es donde se podrían tener proveedores de material rodante, de instrumentos financieros y a empresas de consultoría para poder entre todos capturar las lecciones aprendidas.
También puede apoyar de manera adecuada a atraer nuevos elementos, como transparencia y criterios de inversión responsable relevantes para el financiamiento de la banca, agregó.
Con estos dos elementos, así llevamos al transporte público un escalón más arriba, donde vamos a venderles a nuevos inversionistas un nuevo esquema de desarrollo, con nuevas reglas”.
¿Quiénes podrían invertir?, necesitamos fondos de pensión a nivel federal y subnacional, empresas aseguradoras que pueden participar en estos esquemas y sobre todo, tratar de tener estructuras que propicien que más bancos participen en este tipo de esquemas”.
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Abel López Dodero recordó que las garantías de crédito o los esquemas de garantía permiten decir a las instituciones financieras “yo gobierno, como responsable de ceder un título de concesión estoy aquí presente para poder atender cualquier eventualidad que le pudiera pegar al modelo de negocio”.
Es simplemente este respaldo que le podrían dar al sector privado conformado por prestadores del servicio de transporte público, concluyó.
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