Antes de ser empresaria del autotransporte, Margarita Arroyo era ama de casa. Tenía tres hijos y se dedicaba a ellos. Ante la necesidad de emprender, se asoció con unas personas para crear 3MA.
Ella desconocía todo lo que se debe y puede saber sobre el autotransporte, pero una cosa tenía clara: le encantaban los camiones, así que no lo dudó y sacó sus ahorros para comprar, primero una camioneta de tres y media y después un tractocamión.
El principio fue incierto, pues al no saber cómo funcionaba el negocio, los operadores siempre requerían más dinero para diesel, refacciones y hasta para llantas.
“Eran puros gastos y no salía. Yo les decía mis socios que esto no dejaba, pero no nos poníamos de acuerdo, así que lo mejor fue terminar la sociedad. Me vine para abajo porque no sabía nada”, relata la empresaria mexiquense.
Recuerda que un operador de la vieja escuela, un señor de 74 años, le dijo que para mandar debía saber manejar, así que le enseñó a conducir su propio tractocamión.
Cuando terminó la sociedad, Margarita se quedó con el nombre de la empresa, ya que había ella quien lo eligió, pues en ese momento tenía tres hijos y agregó sus iniciales: 3MA.
Así fue como salió adelante, se subió al camión y empezó a hacer fletes locales, pues la responsabilidad del hogar siempre ha sido una prioridad para ella.
Con el paso del tiempo, pudo comprar más vehículos y ponerlos a trabajar. A fin de administrar su tiempo y equilibrar sus responsabilidades, esta mujer emprendedora decidió hacerse cargo de los fletes locales y delegar las largas distancias.
De momento opera caja seca y proyecta que 2023 será un buen año para 3MA, toda vez que “ya le agarró el modo” y está contenta con los buenos resultados obtenidos en tiempos recientes.
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En entrevista para TyT envió un mensaje a todas las mujeres que tienen la inquietud de subirse a un camión o emprender un negocio como éste: que no tengan miedo y que no dejen de luchar por sus sueños, ya que de eso se trata la vida, de tomar decisiones y hacer que las cosas sucedan.
