Luego de la inminente disminución de este delito por la pandemia de COVID-19, 2022 ha representado un gran repunte para la inseguridad, pues los índices, modus operandi, violencia y lugares del país en los que se presentan los robos carreteros siguen creciendo de manera cada vez más alarmante.
A pesar de que la emergencia sanitaria había representado una disminución en los índices de inseguridad para el autotransporte nacional, en lo que va de este año todos los indicadores muestran un alza considerable, situación que preocupa a transportistas nacionales, toda vez que se trata de un problema que pone en jaque sus operaciones.
Empezando por la vida e integridad de los conductores, hasta la pérdida de mercancías, vehículos y remolques, la inseguridad para el autotransporte atenta también contra la rentabilidad, ya que en muchas ocasiones, los empresarios invierten en seguridad privada, evitan rutas y horarios, sin mencionar los incrementos en las pólizas de seguro.
Daniel López, Director General de López Trucking, considera que una buena práctica al respecto es la capacitación para conductores desde que inician en este oficio, ya que no solo se trata de enseñarles a mover un camión o que conozcan las carreteras, sino de que tengan una visión más integral de su trabajo.
“De por sí ya son pocos los jóvenes interesados en este trabajo. Entonces lo que hacemos es enseñarles y capacitarlos desde que llegan, para que identifiquen horarios y rutas de mayor riesgo, situaciones sospechosas en el camino y, sobre todo, tener un protocolo de reacción para cuando se enfrenten a cualquier tipo de amenaza”, señaló el empresario.
En entrevista para TyT, Daniel López agregó que por eso resulta fundamental establecer programas de capacitación y acompañamiento para que los conductores y equipos de monitoreo estén actualizados y constantemente ajusten los parámetros establecidos para evitar o, de ser necesario, actuar ante un siniestro de esta naturaleza.
Por otro lado, Abraham Esteban, Director General de Transportes ROESA, dijo que durante 40 años como empresario del sector ha estado tentado a dejar este giro en más de una ocasión, principalmente por la inseguridad y los robos carreteros.
“A pesar de que he querido tirar la toalla porque nos han robado camiones y a veces no los recuperamos, la familia y los colaboradores han sido la clave para que sigamos aquí. Pero no así nada más, sino invirtiendo en tecnología y actualizando constantemente nuestra información sobre carreteras, paradores y entidades con mayor robo al gremio”, explicó para TyT.
Ya sea con sus propias unidades o con algunos colegas, la mayoría de sus vehículos viaja en convoy y evita pasar de noche por zonas rojas, como en el Bajío y recientemente en occidente, como en Jalisco y Michoacán, entidades en las que se ha registrado un alza desmesurada de robos al transporte.
Los olvidados, los castigados, los vulnerables
Los altos costos del diesel, de casetas, de llantas y de toda la proveeduría del autotransporte han hecho que el sector esté cada vez más golpeado en términos de rentabilidad. Además, claro, de todas las afectaciones relacionadas con la inseguridad.
Y no solo se trata de la inflación, sino de cada rubro que compone el costo total de operación, ya que, incluso, hablando de la propia inversión en los vehículos y el equipo aliado, las alzas registradas en los últimos cinco años han provocado el encarecimiento en el sector, lo que aunado a los costos por inseguridad, hace que la situación se esté volviendo insostenible.
Carlos García, Director General de Transportes Charly, considera que el autotransporte es un sector muy golpeado por los robos carreteros y olvidado por las autoridades, toda vez que mientras la inseguridad sigue subiendo, los trabajos al respecto son mínimos y, naturalmente, insuficientes para garantizar certidumbre a los empresarios.
La Guardia Nacional, explica, ha hecho algunos esfuerzos aislados y con resultados insuficientes, de tal manera que pensar en una solución al histórico y creciente problema de inseguridad aún resulta lejano, pues las estadísticas y la realidad así lo demuestran.
No obstante, el empresario apunta que, para contrarrestar este fenómeno, las compañías de transporte han hecho y pueden seguir haciendo mucho al respecto. En este contexto, los entrevistados comparten algunas de las buenas prácticas que les han ayudado a disminuir los estragos por estos delitos.
¿Qué hacer contra la inseguridad?
Para iniciar, García explica que la gestión de rutas activas es clave para disminuir los riesgos, y esto se logra con la inversión en telemetría, con la capacitación en monitoreo, pero sobre todo, con la capacidad y visión holística sobre el lenguaje de las carreteras.
“Hay que estar conscientes de que el transporte es una actividad viva y en constante movimiento, es decir, si bien hay rutas establecidas, hay ocasiones en que alguna modificación puede ser lo más prudente, ya sea por temas de seguridad o de eficiencia”, explica.
Al respecto, Esteban opina que lo mismo pasa con la constante actualización de las paradas autorizadas para los conductores, ya que en muchas ocasiones, los protocolos son laxos y algunos operadores tienen la facultad de detenerse prácticamente en cualquier lugar, sin considerar los riesgos de cada punto geográfico y ser víctima de robos carreteros.
Es por eso que, en el trazado de rutas, el empresario aconseja marcar los lugares permitidos y los no autorizados, con alertas a monitoreo, para darle un seguimiento puntual y mantener la constante comunicación con las unidades en movimiento.
Con la reciente puesta en marcha de los Centros de Alertamiento Inmediato, Daniel López juzga oportuno enlazar la apertura de puertas de forma remota para detectar cuando éstas se abren en lugares o zonas no permitidas.
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“Por supuesto imaginamos que se trata de un delincuente que obliga a forzar la apertura de una puerta, y de ser así, rápido la tecnología nos ayuda a detectar el percance y actuar de inmediato. Sin embargo, la constante comunicación con el operador nos permitirá saber si se trata de otro asunto o si el mismo conductor es quien necesita descender de la unidad”.
De esta manera, desde el seno de las empresas hasta el interior de cada vehículo, la constante capacitación, así como el monitoreo en tiempo real, sientan las bases para determinar acciones preventivas y protocolos de reacción que ayuden a disminuir los incidentes carreteros, dado que a estas alturas del año, ya se han puesto en alerta roja las empresas del sector por este problema.
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