Para el mercado de vehículos pesados, 2022 ha sido un punto álgido para esa bola de nieve que ha ido creciendo desde antes del inicio de la pandemia, y que está llena de desafíos que han frenado la renovación y crecimiento de las flotas. Charin Regules, Presidenta del Comité de Camiones de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), señala que, el año electoral, la incertidumbre y la propia pandemia, inhibieron por un largo tiempo las inversiones de los transportistas. La tormenta perfecta se formó cuando los retrasos en la cadena de suministro se mezclaron con la demanda atrasada que comenzó a incrementar, pues, por ejemplo, empresas que normalmente adquirían 20 unidades al año, ya requerían 40, por al menos dos años sin renovar.
Así, la falta de inventario, la inflación y la actualización de precios de los vehículos, marcaron los retos del año que está concluyendo, pero también resultaron una oportunidad para acercarse a sus clientes: “Que entendieran que es un tema de industria, todos estamos en la misma situación y estamos haciendo lo mejor que podemos para salir bien librados, porque, desde luego, si a mi cliente le va mal, a mí también”, dice Regules.
Y si bien ha sido una época en la que los distribuidores agrupados en la AMDA no pudieron controlar aspectos como la disponibilidad de vehículos, ahora el panorama es más estable y, de cara a 2023, la empresaria ve una oportunidad de colocar en el mercado esos casi cuatro años de rezago.
Hay camiones, pero no son suficientes
Charin Regules reconoce que, con la demanda que reportan de las concesionarias, en general, podrían vender el doble de unidades de las que actualmente disponen.
La razón, dice en entrevista para TyT, es que: “Camiones sí hay, pero no los suficientes”. Entonces, los distribuidores afiliados a la AMDA –de todas las marcas– no fueron capaces de entregar al mercado los pedidos que necesitaban los transportistas y que se acumularon en los últimos años.
“Es cierto que la demanda fue mucho más alta de lo que ha sido la producción, pero las plantas están a toda marcha gracias a los nuevos retos de las cadenas de suministro, y que están solventando”, señala.
Por ello, agrega, con las factorías trabajando a este nivel y una eventual estabilización en Norteamérica, en algún momento esa producción de vehículos se destine, ahora sí en su mayoría, al mercado doméstico: “Si hoy se están fabricando, por ejemplo, 70 camiones diarios, con que baje el consumo en Estados Unidos no se va a reducir la producción y entonces se consumirán en México, porque tenemos ese retraso”.
Con base en el diálogo que han mantenido con los fabricantes, la Presidenta del Comité de Camiones de AMDA calcula que este proceso podría tardar unos seis meses, por lo que prevé que para el segundo semestre de 2023, el mercado de vehículos pesados tendrá mayor claridad y certeza.
Eso sí, no lanza las campanas al vuelo, pues las cifras de pedidos pueden ser engañosas, ya que en medio de la poca disponibilidad de vehículos, los transportistas hacen solicitudes a distintas marcas. Posiblemente, comenta Charin Regules, la mitad de las órdenes son reales, aunque siguen siendo números muy altos; por ello, su lectura para el próximo año es ir despacio, pero con pasos firmes.
Inversiones para la postventa
En medio de las dificultades para renovar su flota, los primeros dueños de las unidades se vieron obligados a extender la vida útil de sus vehículos, incrementando la demanda de servicios postventa por parte de los distribuidores.
Así, revela Regules, los concesionarios incrementaron sus inversiones en este renglón tanto en almacenes, stock de refacciones, capacitación e incluso camionetas para talleres móviles.
El nuevo contexto, detalla, les obligó a modificar los periodos de inventarios: “Si lo manejaba normalmente con 45 días de stock, hoy estar abajo de 70 es preocupante. Es lo necesario para poder estar con los clientes y responderles”, comparte.
La entrevistada aclara que no se trata de que se esté vendiendo más, y que en realidad el mercado de refacciones ha mantenido su ritmo de crecimiento de los últimos años, sino que la demanda de tiempos los ha llevado a tener estas inversiones: “Lo que pasó en estos años es que envejeció el parque vehicular de los primeros dueños, y si antes hacían tal vez dos medias reparaciones al año, ahora son 12”.
Todo esto también representó un nuevo paradigma para los distribuidores, pues pasaron de enfocarse en la comercialización de un camión, a ese vínculo que dura al menos un año o hasta el siguiente ciclo de renovación, en un esfuerzo diario por vender refacciones y reinventarse constantemente en ese renglón.
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Los grandes proyectos de AMDA Camiones
Como organismo, este comité también se prepara para sacar adelante dos planes clave en el 2023.
El primero de ellos es la realización del Foro de Vehículos Comerciales, el cual nació durante la pandemia y se llevará a cabo por primera vez de forma presencial. En esta ocasión, AMDA Camiones trabaja en diseñar una agenda que considere las disrupciones que enfrentan los distribuidores, las amenazas y áreas de oportunidad de sus negocios, principales KPIs e, incluso, abordar tendencias para el futuro.
Otro de los grandes proyectos es la afiliación de más marcas para crear un mercado ordenado y, al mismo tiempo, que más empresas del ramo exploren los beneficios de ser parte de esta asociación, como el soporte en temas de compliance y regulaciones.
Regules comenta que hay interés en que se integren a la AMDA y el comité que preside para fortalecer al sector y ampliar la visión e ideas que les ayudarán a abordar en conjunto los desafíos que enfrenta el mercado.
Reveló que están en proceso de afiliación de la red de concesionarios de dos marcas, con miras a incluir a más que están llegando al país.
Con el ojo en el sector
Charin Regules explica que cumplir con los pronósticos que tiene para el mercado en 2023, no podrán consolidarse con los actuales problemas en el autotransporte, como la falta de operadores y los retrasos en la obtención de permisos y placas ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
La Presidenta del Comité de Camiones de la AMDA, informa que hay reportes de clientes que no pueden echar a andar sus unidades ante estos obstáculos. A ello se le suma el reciente hackeo a los sistemas de la dependencia y que ha mermado la capacidad de atención de trámites: “Es un tema urgente de atender, completamente determinante para la industria”.
Respecto a la escasez de conductores profesionales, dio a conocer que se trabaja en una campaña de dignificación de operadores, que tendrá abierta la invitación para que se sumen más marcas, cámaras y asociaciones del sector. La iniciativa podría ser presentada oficialmente en el próximo Foro de Vehículos Comerciales.
Entre otros temas que preocupa al organismo, está la discusión de la circulación del doble remolque, pues si el déficit de operadores ya es un reto para el sector, duplicar la cantidad de vehículos en carreteras también implica aumentar el número de personal al volante. La empresaria alerta que esto podría incrementar los costos de los productos distribuidos y pone en riesgo a flotas que operan mayoritariamente con esta configuración.
La tarea de las autoridades, dice, no es crear más regulaciones, sino vigilar el cumplimiento de los actuales límites de peso y dimensiones para reducir los accidentes en vías de comunicación.
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