México es el tercer productor de mango a nivel mundial con más de 67 millones de toneladas anuales. Además, es la tercera fruta más importante por volumen de exportación para el país solamente después de la piña y el aguacate. En este escenario la logística y el transporte de esta fruta cobra especial importancia.

La producción de esta fruta tropical supera los 67.2 millones de toneladas anuales y México se posiciona como el tercer mayor productor a nivel mundial, junto a países como China, India, Indonesia y Pakistán. Entre estos países suman más del 53% de la producción global.

El mango es considerado uno de los productos agroalimentarios con más alto potencial económico en el extranjero. México tiene una gran oportunidad para convertirse en líder mundial en su producción y exportación.

En 2023, México superó las 2 millones 237,000 toneladas de producción de mango, la mayor cantidad en la última década. Además, se registró un incremento del 5% en la superficie destinada al cultivo de este fruto, sembrando así un panorama favorable de crecimiento para esta industria en el país y el mercado de exportación.

Es de destacar que las empresas exportadoras juegan un rol clave para el crecimiento de esta industria y se han visto en la necesidad de desarrollar procesos clave para expandir sus exportaciones a mercados exigentes como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Japón, como es el caso de La Pedregoza, empresa exportadora de mangos frescos y deshidratados localizada en Sinaloa.

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Manejo y transporte del mango

Cabe puntualizar que la temporada de exportación de mango se extiende de marzo a octubre para mangos frescos y hasta noviembre para mangos deshidratados, cubriendo una amplia variedad de tipos como Tommy, Haden, Kent y Ataulfo. La diversidad de tierras y climas en estados productores como Sinaloa, Oaxaca y Chiapas permite una producción continua y variada.

Para llevar estos lotes de mangos frescos y deshidratados a la mesa de consumidores se requiere de procedimientos meticulosos. En ese sentido, la empacadora ha implementado rigurosos controles de calidad y procedimientos fitosanitarios, como el lavado con agua caliente para eliminar larvas de moscas y otros patógenos.

Este mismo proceso es realizado con los pallets que trasportan la mercancía al extranjero, ya que CHEP, empresa logística proveedora de los pallets, calienta en hornos a temperaturas mayores a 56°C la madera utilizada para su construcción. Lo anterior con el objetivo de garantizar su higiene y cumplir con la Norma Internacional Fitosanitaria (NIMF15).

Uno de los aspectos más innovadores de La Pedregoza es su manejo de la merma. El mango que no cumple con los estándares establecidos, pero mantienen un excelente sabor se transforman en mango deshidratado. Este proceso no solo ayuda a reducir el desperdicio, sino que también añade valor al aprovechar la fruta que de otro modo sería descartada.

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México, segundo exportador

México es el segundo país exportador de mango, por lo que la implementación de mejores prácticas agrícolas y fitosanitarias es crucial para alcanzar el primer lugar, actualmente ocupado por India.

“Como productores y empacadores de mango, sabemos que el mercado internacional demanda rigurosos procesos para asegurar la calidad del fruto desde la cosecha hasta que llega al consumidor. México tiene el potencial para convertirse en el líder mundial en exportación de mangos, pero esto exige un esfuerzo significativo de nuestra parte para consolidarnos como la primera opción en el mercado global”, comentó Juan José Nava, Administrador General de La Pedregoza.

Por ejemplo, instituciones como el National Mango Board promueven iniciativas para educar y concientizar a los productores mexicanos sobre la mejora de sus procesos para el aumento de la competitividad a nivel mundial.

Además, la sostenibilidad es un pilar fundamental para La Pedregoza. La empresa ha implementado proyectos de energía solar y tratamiento de aguas residuales, buscando reducir su impacto ambiental y mejorar la eficiencia operativa.

Asimismo, como resultado de la alianza estratégica con CHEP, la exportadora mantiene el impulso a su eficiencia y sustentabilidad a través del servicio de “pooling”. Se trata de un modelo de negocio circular que promueve compartir y reutilizar los pallets dentro de la cadena de suministro. Esto reduce la huella de carbono y los residuos generados en la operación.

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