Transportistas, operadores, y automovilistas han expresado su inconformidad por el robo al transporte de carga en las carreteras que conectan a Guanajuato y San Luis Potosí por la Carretera Federal 57, siendo el tramo Matehuala-San José Iturbide otro punto tocado por la delincuencia.
“Notamos que a partir de finales de julio, entre Matehuala y San José Iturbide incrementó la inseguridad en ambos sentidos. Llevábamos 10 meses sin incidentes y solo en este tramo tuvimos tres eventos”, comentó a TyT un transportista que ocupa la ruta para llegar al norte del país.
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Explicó que los robos al autotransporte son más sofisticados a diferencia de algunos años atrás, ahora, dice, se involucran más personas, y con más equipamiento.
“Son bandas bien organizadas que actúan de forma coordinada, traen armas. Primero se te van cerrando, te ponen un tracto o un rabón enfrente, camionetas a lado y autos, son como ocho sujetos; ya no importa el día ni la hora en que actúan”, detalló.
A esta queja se suman las de otros transportistas que han sido víctimas de la inseguridad en Matehuala y San José Iturbide, quienes detectaron que el modus operandi de los delincuentes consiste en bajar al operador de la unidad, secuestrarlo (en ocasiones) y llevarse el vehículo para desprender las cajas, ya sea mientras está movimiento o después.
“Se van frenando y te bloquean, un día hasta llevaban una grúa, a ese grado, luego aparecen el tractocamión y el remolque abandonados en otras partes”, agrega.
Matehuala y San José Iturbide
San José Iturbide, en Guanajuato, colinda al Norte con los municipios de San Luis de la Paz, Doctor Mora y Tierra Blanca; al Este con Tierra Blanca y Querétaro; al Sur con Querétaro y el municipio de San Miguel de Allende; al Oeste con San Miguel de Allende y San Luis de la Paz, entidades por donde circula el transporte de carga.
En tanto, Matehuala, en San Luis Potosí, colinda al Norte con el municipio Cedral, Nuevo León y el municipio Villa de la Paz; al Sur con Nuevo León y Villa de Guadalupe; al Este con Nuevo León; al Oeste con Villa de Guadalupe y Villa de la Paz.
Aquel domingo, medios locales difundieron información sobre un robo en la carretera 57, entre El Refugio y La Huerta, en San Luis, donde a través de un video se muestra un asalto a mano armada a una unidad en circulación.
“Eran más de 10 personas en varios vehículos, incluso con un tractocamión. Se toman todo el tiempo, bajo la impunidad. El hecho ocurrió cerca de las 2:30 pm. Se llevaron al conductor”, publicaron en redes sociales quienes presenciaron el hecho.
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Aparte de señalar el nivel de planeación con el que opera la delincuencia, los usuarios de las redes cuestionan la presencia y actuación de las autoridades, principalmente de la Guardia Nacional, encargada del resguardo de las carreteras federales.
Preocupa a los dueños de flotas la integridad de sus operadores, ya que el paso por San Luis Potosí es obligado para las rutas transportistas que mueven mercancías en el Bajío y hacia el norte del país.
“No hay por donde irse, o pasas por ahí o no. La 57 es la carretera principal que conecta a toda la República, llegas a Nuevo Laredo, a Nuevo León y de ahí a Estados Unidos, no hay forma de darnos la vuelta o tomar otra ruta”, señaló otro transportista.
Robos en San Luis Potosí
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que en los primeros seis meses del 2024 se registraron 249 robos a transportistas en San Luis Potosí, cifra que ya rebasó los 219 casos que hubo en todo el año pasado.
El SESNSP detalla que del total de asaltos en lo que va de 2024 en la entidad, 148 se ejecutaron con violencia.
Solo en julio de este año, se cometieron 48 robos a transportistas, 433% más que en igual periodo de 2023, cuando solo se documentaron nueve. Sin embargo, el sexto mes no fue el más alto en esta incidencia, en junio hubo 54 denuncias.
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El daño más grande es hacia los operadores, además de el resto de los inconvenientes que se generan por estos actos, como la mala experiencia con los clientes, la pérdida de la mercancía, el tiempo que pasa la unidad detenida, costos de grúas o corralones, por mencionar algunos.
“Aparece el camión vacío, vandalizado, pagas el arrastre, y el hecho mismo de decir ‘no voy para el norte y lo que está en la periferia’ es algo que pega en las rutas preferenciales de los clientes”, agregó un testimonio.
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