A escasos meses del nacimiento de la Revista Transportes y Turismo, Blanca Plaza Márquez también llegó al mundo, así que el destino de ambas ha estado ligado desde el primer momento. Las charlas acerca de la industria del autotransporte y la proveeduría eran tema de todos los días para aquella niña, quien disfrutaba acompañar a su papá a la imprenta para familiarizarse con el mundo editorial y ser testigo de las historias de los vehículos pesados estampadas en tono sepia.
La cercanía con su padre siempre mantuvo latente en ella el amor por el transporte de carga y pasaje; no obstante, su vocación la llevó hacia la docencia, profesión que ejerció por varios años como maestra de inglés en secundaria.
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Al morir su padre, Dolores Marquez Betancour, mamá de Blanca, tomó la decisión de dar continuidad al legado de su amado “Manuelito”, tomando así las riendas de Transportes y Turismo.
Blanca comentó que el entusiasmo, energía y tenacidad de su madre han sido su gran inspiración y es que, quien conoce a “doña Lolita”, como es llamada por muchas personas del autotransporte nacional, sabe que siempre hace gala de buena actitud, basta con decir que al preguntarle cómo está, su respuesta en un honesto: “exageradamente bien”, principio que auténticamente lleva a la práctica a sus 93 años de edad.
Concentrada en sus clases y en criar a sus dos hijos, Blanca se mantuvo al margen del desarrollo de la revista, hasta que en 1985, tomó la decisión de involucrarse de lleno en el negocio familiar e impulsar junto a su madre el medio que para ese entonces, ya era considerado como todo un referente para la industria del autotransporte, en el que las armadoras y proveedores buscaban estar siempre presentes.
Sus ideas innovadoras y el ímpetu que demostró para las ventas trajeron un nuevo aire a la revista, dando paso a las páginas a color y a la implementación de papeles y barnices especiales para marcar una clara diferencia con sus competidores.
La ahora directora general de Revista Transportes y Turismo relató que el inicio fue complicado, pues era una de las pocas mujeres que figuraban en la industria. Por momentos, confesó, hubiera preferido ser hombre para facilitar su desenvolvimiento en aquel entorno con un claro dominio masculino; no obstante, gracias a su trato amable, a la calidad de su trabajo, a su plática siempre interesante, elegancia, estilo y a su conocimiento de la industria, supo ganarse el respeto y admiración de directivos de armadoras, proveedores y transportistas.
Blanca reconoció que son varias las crisis que le ha tocado enfrentar a lo largo de su gestión como Directora General de TyT y, si bien no ha sido fácil superar los vaivenes de la economía, la crisis sanitaria desatada a raíz de la pandemia y la transición hacia los medios digitales, expresó que estar enfocada en sus metas es un aspecto clave para salir avante de cualquier obstáculo.
Si bien dirige una revista pionera en la industria, respaldada por 70 años de experiencia, siempre se ha mostrado abierta a la innovación, a las ideas frescas y a la necesidad de adaptarse a los cambios que ha experimentado el mundo, evolución que hoy emprende de la mano de la tercera generación de la familia.