Las elecciones de Estados Unidos y la incertidumbre sobre la política interna de México han generado una prolongada cautela en las decisiones de inversión de las empresas y, por lo tanto, el dinamismo de la economía y de las distintas actividades generadoras de carga en el país se pronostican moderadas para el próximo año.  

Ya con la mayor parte de 2024 recorrido, las expectativas apuntan a que el Producto Interno Bruto (PIB) del país tendrá una clara desaceleración, con una variación cercana a 1.5 por ciento desde el 3.2% reportado en 2023; para 2025 el escenario no se visualiza diferente. 

En este último tramo del año se vive un crecimiento modesto, marcado por un menor gasto del Gobierno de México, luego del proceso electoral. A esto se suma que las aguas aún están agitadas, elemento que dificulta la toma de decisiones para los inversionistas. 

Estamos enfrentando un impacto de incertidumbre adicional en el país; hemos observado el avance en la aprobación de algunas reformas que ha generado de nuevo esta incertidumbre, y que tiende a tener efectos en las decisiones de inversión en el país”, expone Alejandro Saldaña, Economista en Jefe de Grupo Financiero B×+. 

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Piezas sueltas 

La Reforma al Poder Judicial, publicada el pasado 15 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF), ha generado bastantes cuestionamientos sobre sus repercusiones, en especial para las empresas que invierten en el país; sin embargo, analistas coinciden en que aún falta camino por recorrer para saber sus verdaderos alcances y, por lo tanto, tener claridad. 

Los cambios en el Poder Judicial en un principio generan incertidumbre, sobre todo por sus alcances de hacia dónde puede moverse el sector judicial, y que corre el riesgo de politizarse; eso le quita la defensa al empresario, que en un principio detiene su inversión o la pone a la mitad hasta tener certidumbre”, plantea en entrevista Jorge Gordillo Arias, Director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco. 

Estos temores se expanden más allá, pues hay quienes sostienen que estos cambios a la Constitución Política contravienen las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que, por lo tanto, ponen en riesgo la revisión del acuerdo comercial en julio de 2026. Al respecto, el especialista sostiene que se trata de una especulación. 

Muchos han dicho que esto (la Reforma al Poder Judicial) contraviene lo firmado, y eso podría alegarse en la revisión del T-MEC en dos años y generar otro tipo de ‘ruido’ en cuanto al riesgo de romper la relación; pero es especulación, faltan dos años y todavía tenemos que ver las leyes secundarias de la reforma, habrá que esperar las negociaciones que haga el Gobierno con el empresariado”, evalúa.

Política fiscal del Gobierno

Volviendo la mirada hacia el corto plazo, otra pieza que debe acomodarse en los próximos días es el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum para reducir el déficit fiscal, que se prevé cercano al 6.0% del PIB para el año en curso, a un nivel proyectado por su equipo en 3.5% para 2025. La radiografía completa de su estrategia para conseguirlo se observará en el Paquete Económico para 2025, este 15 de noviembre. 

La política fiscal será claramente restrictiva y seguramente en el Paquete Económico para 2025 se cumplirá. Recordemos que el nivel de endeudamiento del Gobierno federal incrementó de forma sensible en 2024, y la administración entrante se comprometió a un recorte importante en el gasto para 2025 y a regresar el déficit a un nivel que evite que el endeudamiento siga creciendo”, precisa Alejandro Saldaña. 

Jorge Gordillo añade que Sheinbaum tendrá una tarea difícil para ofrecer unas finanzas públicas con menos déficit, así que tendrá que frenar de forma moderada su gasto en inversión, con el objetivo de no generar miedo entre las calificadoras, en especial por los cambios a la Constitución vistos las últimas semanas. Este recorte no contribuye al crecimiento de la economía de México.

Elecciones en EU elevan la volatilidad

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, este 5 de noviembre, es otra pieza suelta tomará su sitio cuando se sepa si será el equipo de la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump quien se siente del otro lado de la mesa con el equipo de Claudia Sheinbaum. 

A unas horas de que los estadounidenses acudan a las urnas, las encuestas favorecen al magnate de Nueva York, aunque nada está dicho. Sin embargo, sus amenazas para imponer aranceles –en especial para la industria automotriz– y sus expresiones sobre la renegociación del T-MEC, y no una revisión han elevado la incertidumbre ya vivida en torno a México.

Luego de las elecciones, la atención estará puesta en el discurso del próximo Presidente de Estados Unidos, sus planes en materia comercial y, claro, en la deuda de ese país, así como estrategias para impulsar la economía, en especial ante las señales de una desaceleración para 2025.

Una vez que la ganadora o ganador tome el poder y plantee su estrategia se podrá tener un panorama más claro sobre el futuro del bloque económico de Norteamérica y el potencial del nearshoring para México.

Seguridad a los inversionistas, fundamental para México

Si bien prevalece una elevada incertidumbre, Gabriel Casillas, Economista en Jefe para América Latina de Banco Barclays, apunta que la Presidenta Claudia Sheinbaum brindará seguridad a los inversionistas, como lo ha hecho desde su toma de protesta el 1° de octubre.

El experto evalúa que serán aprobadas las 18 reformas propuestas por Andrés Manuel López Obrador, entre ellas, la desaparición de los órganos autónomos como la Cofece y la CRE; sin embargo, uno de los elementos que considera marcarán una diferencia es que el Gobierno de Sheinbaum podría elaborar leyes secundarias para mitigar los impactos en las instituciones y los mercados de México. 

Como esta agenda de reformas no significa un deterioro fiscal per se, y el poder ahora se concentrará en manos de alguien que creemos que será una buena Presidenta, somos optimistas al respecto”, expuso en su análisis “Oktoberfest” de septiembre. 

Casillas comparte para TyT una proyección de crecimiento del PIB de 1.7% para el año en curso, y de 1.4% para 2025. Uno de los sectores que estarán marcando mayor dinamismo en la economía del próximo año es la construcción privada no residencial, con los parques industriales.

Factores a favor de la economía de México

Pese a toda la incertidumbre vivida, hay elementos de la economía que permiten a las empresas trazar el camino hacia 2025. Grupo Financiero B×+ prevé que el PIB nacional tendrá una variación similar a la de este año, de entre 1.0 y 1.5 por ciento, favorecido por una política monetaria menos restrictiva, restará peso al consumo y la inversión, así como por la demanda de la manufactura estadounidense.

Alejandro Saldaña apunta que su proyección para la inflación es de 3.8% para el cierre de 2025, por arriba del 3.0% estimado por el Banco de México (Banxico). Para el presente año se prevén dos recortes de tasas y, ante un posible menor ritmo del PIB para 2025, el nivel de éstas podría pasar del actual 10.50 a 8.50 por ciento. 

CIBanco espera que 2024 cierre con un crecimiento de 1.5% y 2025 lo haga con una variación de apenas 0.9 por ciento, debido al debilitamiento del consumo y de la inversión “enfocada en la euforia del nearshoring”. Jorge Gordillo coincide en que será el ciclo de baja de tasas previsto el elemento que abone a que el PIB no se quede estancado. 

CIBanco prevé una inflación elevada, cercana al 4% para el próximo año, pero más razonable ante un menor dinamismo (consumo) de la economía. Si bien no considera que la industria automotriz vaya a mostrar vigor, sí confía en que será un sector que ayudará a levantar la actividad manufacturera de México. 

Los especialistas coinciden en que el recorte de tasas de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos impulsará esa economía. Para Grupo Financiero B×+, la mayor demanda comercial de ese país provendrá de su industria manufacturera, la cual este año apenas tendría una variación de 0.3 por ciento, pero para 2025 y 2026 se proyecta en 1.4 y 1.7 por ciento, respectivamente. 

Bajo el supuesto de que la manufactura estadounidense tendrá un buen 2025 y 2026, estaríamos esperando que la manufactura de exportación (de México), los productos terminados como la agroindustria o intermedios, podrían tener un desempeño mejor al registrado en los últimos trimestres”, manifestó Saldaña. 

En un entorno de volatilidad, la proyección es que el tipo de cambio cotice en niveles cercanos a los 20 pesos por dólar para 2025, influenciado por el acotamiento de los diferenciales entre las tasas de la FED y Banxico. CIBanco detalla que la moneda local podría regresar a los 18 pesos por dólar a inicios de 2025, para después tomar una posición más real en cuanto al riesgo y los fundamentales de México, es decir, ubicarse más cerca de las 20 unidades por dólar.

Aún faltan importantes piezas por acomodarse, en cambio, con los factores existentes hasta finales de septiembre, las proyecciones apuntan a que continuará la desaceleración de la economía nacional que, prioritariamente, es movilizada por el autotransporte de carga.

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