Cuando era muy joven, Celia “La Morena” Salas tuvo un novio que manejaba un camión tipo rabón, pero fue una relación corta y fugaz, de tal manera que ella nunca imaginó que muchos años después ella podía dedicarse a lo mismo.
Creció y tuvo tres hijos, y para mantenerlos se contrató en casas, restaurantes y fábricas, pues era madre soltera, hasta que se volvió a casar, ahora con un operador de tractocamión.
Y en eso estaba cuando su pareja actual le dijo que le veía muchas agallas para aventarse y aprender a manejar, que él podía enseñarle y apoyarla para conseguir su licencia, algún curso y hasta empleo, pues también le dijo que había buena chamba.
Al principio ella no estaba segura, pues nunca lo había hecho y le daban nervios nada más de pensarlo, pero su esposo le insistió y, al final, la convenció.
Empezaron con viajes en conjunto. Ella lo acompañaba a distintos destinos mientras él explicaba la teoría, cómo leer la carretera, qué hacer ante algún escenario.
Ya en los descansos, la ponía a hacer maniobras y rápido le aprendió, pero solo para delante, pues la reversa se le complicaba bastante, así que después de algunas semanas, consiguieron un curso en una empresa de autotransporte.
Había una convocatoria sólo para mujeres, y ya no lo dudó. Fue a preguntar, se inscribió y tomó el curso con muchas ganas, pues sabía que esa era una gran oportunidad para proveer una mejor calidad de vida a sus hijos.
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En aquella capacitación, incluso, la instructora observó que “La Morena” ya conocía el camión y sabía moverlo, así que no le costó mucho trabajo perfeccionar lo que ella les estaba enseñando.
Una vez que terminó el curso, consiguió trabajo y comenzó esta historia, hace casi 20 años; desde el primer día supo que si bien su pareja le había enseñado lo primero y en el curso había completado su preparación, ahora todo sería responsabilidad de ella.
“Ya en el camión yo siempre anduve sola y para mí eso fue la mejor escuela, porque nunca dejas de aprender y, al final, el trabajo es el que habla por mí, y ya llevo 19 años manejando el tracto”, señaló “La Morena”.
A la distancia, ella considera que lo que más le gusta de este trabajo es el servicio, pues hoy entiende y valora que su trabajo es fundamental para la vida de todas las personas, y eso no lo hace cualquiera.
Por otro lado, el sacrificio de haber estado lejos de casa tanto tiempo ha sido el mayor obstáculo para esta operadora que insta a las nuevas generaciones a que no dejen de trabajar por construir sus sueños.
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