En este tiempo en el que he tenido un mayor acercamiento con la operación de las flotas, me he dado cuenta de que, aun cuando es un tema que genera la mayor preocupación entre los transportistas, en ocasiones no se toman en cuenta todos los factores que implican que un vehículo genere la mejor eficiencia de combustible.
Como una generalidad, mucho tiene que ver el control de estas variables, como se dice: “Lo que no se mide, no se mejora”.
De manera que algunos de los principales factores en cuanto a la eficiencia vehicular son: el consumo de combustible, el control de las llantas (semáforos y pilas de desecho), mantenimiento vehicular y el bajo uso del motor en baja (ralentí).
El consumo de combustible es el más básico, y la mayoría de los transportistas lleva un control, y, aunque parezca raro, no todos lo hacen.
El saber cuántos kilómetros recorre con un litro de combustible el vehículo es importante; con este dato, se evalúa la mejor configuración de carga, ruta, calidad de manejo del operador y la efectividad del mantenimiento preventivo que se realice.
El consumo puede obtenerse con los datos que se toman de la computadora del motor o, incluso, mediante una hoja de cálculo para los modelos con mayor antigüedad que no cuenten con computadora o ésta no sea tan confiable.
El segundo punto que menciono es el control de las llantas, es decir, garantizar que cada vez que sale a ruta el vehículo, todos los neumáticos tanto del tractocamión como del remolque, tengan la presión recomendada por el fabricante, lo cual abonará a que el vehículo y su carga se muevan con mayor fluidez y se obtenga un mejor rendimiento.
Aunado a esto, las llantas deben estar en las mejores condiciones y, para esto, desarrollar y monitorear el semáforo de llantas para garantizar la profundidad de su dibujo es importante y, una vez que una ya no sea útil, llevarla a una pila de desecho para así generar acciones correctivas en alineación, manejo y hábitos de conducción.
En el artículo «Llantas de baja resistencia al rodado para ahorro de combustible» les comparto algo de estadística en cuanto a este tema.
En tercer lugar, en cuanto al mantenimiento vehicular, es relevante contar con un programa calendarizado de mantenimiento preventivo que tenga como base el kilometraje recorrido de los vehículos y las rutinas recomendadas por la armadora, que se realizarán según el periodo del camión.
Al respecto, lo más importante es cumplir con el plan de mantenimiento en tiempo y forma, y saber el tiempo que pasa en el taller y su recurrencia, lo que nos indicará su eficiencia y productividad.
Y finalmente, de los puntos que considero básicos en cuanto a eficiencia es el manejo en baja (ralentí). Cuando el motor principal del camión se usa para mantener el aire acondicionado o calefacción de la unidad o para las luces exteriores de marcador estando detenido, en lugar de ir el vehículo en movimiento, provoca mayor desgaste en los componentes del motor, además de generar más consumo de combustible.
Este dato también se puede obtener de la computadora de motor del camión, y lo recomendable es tener tomas de poder o equipos de aire acondicionado externo que disminuyan este porcentaje de ralentí. En ocasiones, hemos visto que el manejo en baja puede llegar a más del 50% del funcionamiento del vehículo.
De manera que, como pueden ver, de primera instancia son tareas muy sencillas que es posible realizar en las unidades, con lo que podemos mejorar la eficiencia de combustible. Más adelante les escribiré acerca de otros factores, como la aerodinámica, y también de nuevas tecnologías en cuanto a eficiencia.
Acerca de José Gutiérrez: Es el Director de Enlace Industrial para NACFE LATAM y socio fundador de la firma de consultoría Highpercons, la cual se enfoca en diseño de estrategias, eficiencia de flotas y manejo óptimo de talleres. Los invitamos a participar en el grupo de LinkedIn de NACFE LATAM.
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