Luego de desempeñarse en el área de sustentabilidad empresarial y vivir tres años fuera de México, Daniela Bastida Rivera se involucró en la operación de Grupo TAB, actual distribuidor de Daimler Truck México en el centro y Bajío del país.
Durante su primera etapa en la compañía, hace 10 años, Daniela se enfocó en entender la operación, analizar los procesos existentes e implementar nuevos modelos a favor de la mejora continua en las diferentes áreas de la organización y, de cara al cliente, se adentró en sus requerimientos para familiarizarse con su operación y ofrecerles las soluciones más adecuadas.
Desde hace cinco años, Daniela Bastida asumió la Dirección General de Grupo TAB, periodo en el que ha confirmado que la empatía es un aspecto fundamental para conectar con los colaboradores, clientes y socios comerciales. De igual forma, dijo, pensar fuera de la caja, apostar por la innovación y cuestionar modelos obsoletos han sido factores clave para conducirse con éxito en su gestión y llevar a la organización por el camino del crecimiento.
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Daniela confesó que, en ocasiones, los clientes o interlocutores se muestran reservados al momento de realizar una negociación o sostener una reunión con ella. “Te ven joven o te ven mujer y asumen que difícilmente vas a poder hablar de los fierros, y cuando les demuestras que sí puedes, te da mucho orgullo”, expresó.
Así, el reto de probarse a diario y confirmar que el conocimiento, talento y experiencia se imponen al género, la mantiene apasionada por su labor en esta industria.
“Si bien los éxitos ayudan a confirmar que se avanza por la ruta correcta, no hay como los obstáculos para aprender y demostrar tus fortalezas”, aseguró. En ese sentido, Daniela compartió uno de los grandes desafíos a los que ha tenido que hacer frente en su trayectoria.
El cese en la comercialización de los vehículos de carga de la marca representada anteriormente por Grupo TAB, afectó a Daniela desde diferentes frentes: por un lado, como cabeza de la distribuidora y, por el otro, como presidenta de la red de concesionarios de la armadora que anunció su salida.
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La joven lidió con el descontento de los transportistas, la incertidumbre de los concesionarios y los propios intereses de la compañía a su cargo, lo que definió como un triple reto, el cual asumió con resiliencia, capacidad negociadora, honestidad, transparencia y el compromiso de causar las menores afectaciones posibles a todos los involucrados.
“Aprendí que hay que ocuparse en lugar de preocuparse, no desesperarse, analizar las soluciones y permear la certidumbre al interior de la organización y entre los diferentes grupos de interés”, destacó.
Acerca de la participación de la mujer en el autotransporte, Daniela dijo que cada vez ha ido cobrando mayor fuerza; no obstante, consideró que es muy importante que ellas mismas se animen a incursionar en ámbitos y profesiones que, por mucho tiempo, se creyeron reservadas para los hombres y, al mismo tiempo, que las empresas y empleadores generen las condiciones idóneas para lograr su óptima integración.
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