El camino que recorren las soluciones de ExxonMobil para pasar de una idea, un descubrimiento, a su despliegue comercial no es tan sencillo, pues implica rigurosos análisis e inversión en investigación.
Para dar certeza a socios comerciales y consumidores finales sobre todo este proceso, la empresa abrió las puertas del ExxonMobil Technology and Engineering Company (EMTEC) en Clinton, Nueva Jersey, su centro de innovación científica para sus diferentes líneas de negocio, incluyendo la automotriz.
En esta ocasión, la cuna de la investigación estratégica de la compañía recibió a transportistas, distribuidores y gerentes de mantenimiento mexicanos, así como invitados de Honduras, República Dominicana y Panamá para que conocieran de primera mano el desarrollo de lubricantes, aceites, grasas y combustibles de la marca.
De acuerdo con Alejandro Cardona, Director de Ventas de Lubricantes para México y LA, la relevancia de reunirse con todos ellos en el EMTEC radica en mostrarles, más allá de una hoja técnica, todo lo que hay detrás de sus soluciones, lo que representan sus pruebas de desempeño y cada mensaje colocado en sus productos, pues todos los claims pasan por una aprobación del equipo que labora en la sede de Nueva Jersey.
Rigor paso a paso
Al tanto de la importancia de compartir todo lo que implican las soluciones de la marca, TyT fue parte de esta experiencia con los socios comerciales y clientes de ExxonMobil.
La primera escala en el EMTEC fue el Laboratorio de Experimentación de Alto Volumen de la compañía, que cuenta con un sistema automatizado que permite examinar diferentes muestras de soluciones para distintas industrias.
Laura Ross, Técnico Superior de Investigación en esta sede de ExxonMobil, explicó que este laboratorio está diseñado para crear muchas mezclas de aceites en pequeñas muestras con el fin de analizarlas de manera simultánea.
Esta área cuenta con un moderno robot que trabaja con los aceites base que constituyen el 80% de los lubricantes de la marca, o con los distintos aditivos que se les agrega.
“Tradicionalmente, otros laboratorios mezclan los aceites; aquí existe este robot que los agita y calienta para poder meterlos incluso en la solución del aceite base”, detalló la especialista.
La clave, destacó, es que en esta sede se cuenta con un sistema automatizado para que los investigadores no hagan las mezclas y puedan examinar las diferentes soluciones de una manera precisa y rápida.
Ross reveló que en un solo día llegan a registrar alrededor de 16 muestras y, tomando en cuenta que laboran los 365 días del año, la cantidad de productos que ponen a prueba anualmente se cuenta por miles.
Una vez que miden de forma rápida la viabilidad de una mezcla, cada muestra pasa a la siguiente etapa de pruebas en el Centro de Desarrollos Técnicos de la Formulación Automotriz, Marina y de Aviación, donde se simulan las condiciones a las que un lubricante sería sometido en la operación real, tales como las temperaturas muy bajas en el norte de Estados Unidos o las demandantes revoluciones en un auto de carreras. Las posibilidades son casi infinitas.
“Éste es el robot que toma las pruebas de viscosidad de manera automática a 40 y a 100 ºC, que son típicamente las pruebas que piden las distintas automotrices a la hora de crear las especificaciones”, precisó Laura Ross.
Con ello, ExxonMobil se asegura de que sus soluciones cuenten con todo el respaldo científico previo a su despliegue en cada mercado.
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La visión de ExxonMobil
Como parte de este recorrido por el EMTEC, David Dankworth, Hydrogen Portfolio Manager de la compañía, explicó los objetivos particulares de la marca en materia de reducción de emisiones hacia 2030 y 2050.
Desde su trinchera, la apuesta de ExxonMobil es aumentar la eficiencia, utilizando menos energía por cada dólar y explorando las posibilidades de mercado con otras alternativas como la captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) y tecnologías impulsadas por hidrógeno y biocombustibles.
En concreto, se proyecta destinar 15,000 millones de dólares para acelerar este proceso entre 2022 y 2027. Asimismo, se prevé aplicar planes para reducir 23 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y producir alrededor de 200 barriles de biocombustibles para 2030. Y si bien la compañía tiene metas agresivas para inicios de la siguiente década, su objetivo para 2050 es convertirse en cero emisiones.
Dankworth comentó que también están trabajando para ofrecer mejores soluciones a sus clientes reduciendo la presencia de carbón en su gas natural, diseñando lubricantes y combustibles más avanzados, explorando los alcances del hidrógeno y desarrollando soluciones para vehículos eléctricos.
El especialista destacó al EMTEC como una muestra de esta apuesta, pues ExxonMobil está convencida del importante papel de la inversión en sustentabilidad y la innovación tecnológica.