DINA y Megaflux presentaron Taruk, el primer autobús eléctrico 100% mexicano, resultado de la colaboración entre ambas empresas con el Gobierno de México, a través del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y la academia, como parte del Modelo Mexicano de Innovación Soberana para el Bienestar.
El escenario de esta presentación fue el Palacio de Minería de la Ciudad de México, donde se anunció que el Gobierno capitalino realizará pruebas con este bus de 10 metros en la Ruta 46 de RTP, donde cubrirá 22 kilómetros y 39 paradas.
De acuerdo con MegaFlux, este autobús eléctrico tiene una capacidad para 60 pasajeros, 50% de ellos sentados; está diseñado para aplicaciones en ciudades intermedias, servicios regulares y alimentadores.
Destaca por su fácil circulación en centros y periferias de ciudad; tiene acceso de un escalón y sección intermedia baja a nivel de banqueta.
La compañía señaló que representa una solución integral de postventa con partes disponibles localmente.
Cuenta con un motor de potencia continua de 10kW; potencia pico de 140 kW y torque pico ce 70Nm; batería de 179 kWh o 282 kWh.
Taruk, que significa “correcaminos” en lengua yaqui, ofrece una autonomía de entre 200 y 300 kilómetros.
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En su desarrollo, el trabajo de centros públicos y universidades fue clave, toda vez que la UAM Iztapalapa ayudó con el análisis de baterías; el Instituto de Ingeniería de la UNAM se involucró en el desarrollo del tren motriz y el Centro de Tecnología Avanzada (CIATEQ) colaboró para el prototipo de controlador; todo ello, impulsando la industria de movilidad y la formación de talento especializado.
El Conahcyt destacó que se trata de un esfuerzo conjunto que impulsa la electromovilidad, fortalece la industria nacional y garantiza competitividad frente a opciones extranjeras.
En el evento de presentación, María Elena Álvarez-Buylla, Directora General del Conahcyt, dijo que, en tiempo récord y con todas las pruebas exitosas, Taruk es una realidad gracias a la alianza entre esta institución, el sector privado y el Gobierno, llevando ciencia aplicada e innovación al tema de movilidad.
Agregó que es una alternativa para reducir el uso de vehículos particulares, disminuir costos y congestionamiento, así como promover una movilidad urbana inclusiva; además, sienta las bases para una industria de transporte eléctrico con beneficios ambientales y de salud.
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