La electrificación de las flotas de transporte público significa asumir importantes transformaciones, tanto en la adopción de nuevas tecnologías como en la modificación del modelo de negocios.
En el marco de la puesta en marcha de la Línea 3 del Metrobús, la primera 100% eléctrica en la Ciudad de México, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) realizó un análisis de perspectiva de las empresas operadoras de la red.
Durante el webinar «Movilidad Cero Emisiones en las Ciudades», Santiago Fernández, director de Investigación y Desarrollo Urbano del ITPD México presentó la perspectiva de las empresas operadoras que han iniciado su proceso de electrificación.
Fernández expuso que desde un punto de vista técnico, el uso de las unidades se percibe positivamente, como una manera de ubicarse a la vanguardia o de recalcar el compromiso de la empresa.
Sin embargo, las empresas tienen preocupaciones respecto al uso de las nuevas tecnologías, esto debido a la falta de información necesaria para realizar una transición, más que como una reticencia o una negativa a querer usar unidades eléctricas.
Barreras de la electrificación
Las principales barreras para la transición, de acuerdo con las empresas operadoras que no han iniciado su proceso de electrificación son; la falta de información respecto al desempeño de las unidades y los costos de adquisición, operación y mantenimiento.
A ello, se suma el desconocimiento sobre la infraestructura eléctrica y de recarga para iniciar la operación de las unidades eléctricas, la capacitación de personal operativo y de mantenimiento, así como la provisión de refacciones.
Por otro lado, en algunos casos las empresas expresaron algunas reservas relacionadas a la falta de información sobre el detalle en términos contractuales que regirá la relación entre el sistema de transporte y el proveedor de la flota.
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Santiago Fernández detalló que ninguna empresa entrevistada tiene preferencia en ser arrendadora de las unidades, y celebrar un contrato de arrendamiento directamente con el proveedor de flota, o que el sistema de transporte arrendara las unidades y se las entregara en comodato.
Finalmente, indicó que el origen más probable de resistencia será en relación a la selección de la empresa proveedora de la empresa, las empresas proveedoras necesitan tener garantías de que la flota proporcionada les permitirá cumplir con sus planes operativos y que estarán en condiciones de realizar el mantenimiento de las unidades con costos controlados y en tiempos razonables.
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