Tras casi 36 horas de que el huracán Otis azotara en las costas de Acapulco, en Guerrero, y devastara a la ciudad por completo, los sectores de transporte, turismo y comercio temen ahora por la falta de comunicación y la delincuencia que se ha desatado en la zona.
“Para empezar no hay internet, en algunas zonas no hay luz, es difícil mantener una comunicación”, dijo a TyT Claudio Gallegos, Secretario General de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).
Para el representante de ese organismo, es imperante que las autoridades federales mantengan la comunicación, no solo de las vías de transporte, también sobre la prevención y acción ante este tipo de contingencias.
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“Los que deben alertar son las autoridades, se ha dicho que la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) va a tomar acciones, pero como siempre, acciones futuras y no de prevención”, destacó.
Ayer, luego de que Otis destruyera caminos, vehículos, comercios, casas y hoteles, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que se activó el Plan DN-III en su fase de auxilio a la población civil y que desplegó más de 8,000 militares en los municipios de Petatlán, Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coyuca de Benítez y Acapulco, entre otros.
“Pero son ellos (las autoridades federales) las que deben tener la información del Servicio Meteorológico, sabían de qué magnitud venía, y no alertaron sobre el impacto tan grave, y no sólo a nosotros como transportistas, la Autopista del Sol es muy transitada”, agregó Claudio Gallegos.
«Lamentablemente los que lo sufrimos somos los transportistas, que a nadie les importamos, somos nosotros los que transportamos todo, pero nadie voltea a vernos».
Rafael Ortíz, Presidente Nacional de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac).
Las autoridades federales dieron a conocer en en días previos la llegada de Otis a las costas mexicanas como un huracán de categoría uno y que en poco tiempo fue retomando fuerza, hecho que para muchos pasó desapercibido, sobre todo por las fuentes gubernamentales, quienes explicaron que sí hubo alertas y que el huracán se transformó rápidamente.
La tormenta alcanzó la categoría cinco, la más grave en la escala de Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (km/h) y rachas de hasta 315 km/h, uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado en la historia del estado.
‘Huracán’ de incomunicación
A la falta de prevención se suma la poca comunicación sobre los alcances en las vías terrestres que dejó Otis, entre ellas, las afectaciones por derrumbes y deslaves, tanto en la Autopista del Sol como en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco.
No fue sino hasta la mañana de hoy que el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador confirmó tras su visita de ayer por la noche al estado, que Acapulco estaba incomunicado, aparte de que el sistema ecléctico colapsó en la ciudad, dejando a la población sin luz y sin internet, además de que el Río Papagayo también se desbordó.
El primer mandatario comentó que debido a la incomunicación de las vialidades aún no se tenía una evaluación completa de los daños y ni el saldo total de personas muertas y lesionadas que dejó Otis a su paso.
Mientras, este día la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) sobre la Declaratoria de Desastre Natural en seis municipios de Guerrero.
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Fuentes entrevistadas por TyT confirmaron que las rutas no están completamente liberadas, que los estragos fueron provocados por ruptura de pavimento, derrumbamiento de árboles y deslaves de los cerros.
“Hoy nuestro equipo se fue en un Jeep a Chilpancingo a comprar víveres, y nos dicen que la carretera está llena de árboles tirados, que vieron a elementos de seguridad cortando árboles no con sierras eléctricas, sino con hachas. Ya llegaron a Chilpancingo, donde están comprando los víveres para bajar a Acapulco, apenas se empiezan a abrir rutas”, comentó una fuente.
Otis provoca ‘ola’ de vandalismo
El huracán Otis no solo trajo destrucción, también provocó una ‘ola’ de inseguridad en el estado y en las carreteras, ya que ha habido reportes de tiendas comerciales que han presenciado el robo de productos, además de que los habitantes tienen miedo de salir de sus casas hacia los centros de acopio por temor a que los roben.
“La comunicación ha sido muy intermitente, apenas se está restableciendo. Ha habido una rapiña brutal en Oxxos, Chedrauis. El Sam’s lo saquearon todo, no sólo los víveres, también televisiones y refrigeradores, parece que hay un grupo de maleantes robando a tiendas, turistas y conductores”, detalló la fuente que decidió permanecer en anonimato.
Al respecto, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) anunció que inició con la evaluación de los daños causados por el huracán Otis en Acapulco y lamentó que existan actos de vandalismo en las tiendas.
“Ha sido algo muy fuerte para los empresarios y no nada más para los empresarios para todos los ciudadanos de Guerrero, en el tema de la rapiña es lamentable, definitivamente invitamos a evitarla y también a presentar las denuncias correspondientes, pero verdaderamente sí es lamentable que se estén dando actos”.
José Héctor Tejada Shaar, Presidente de la Concanaco Servytur.
Héctor Tejada recordó que en Guerrero existen 83, 801 negocios pertenecientes al sector de Comercio, Servicios y Turismo, principal actividad económica de la entidad, por lo que desde el organismo que representa, dijo, se realizan labores de apoyo como la recolección de víveres para centros de acopio.
“La Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo convocó a sus agremiados a que quien tenga la disposición conviertan sus sedes en centros de acopio, para los afectados por el Huracán OTIS”, agregó.
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