El informe anual de robo de carga a nivel global de BSI y TT Club revela que durante 2022 los patrones de este delito se han modificado por la inflación, lo que incidió en el incremento del hurto de bienes básicos.
De acuerdo con este análisis, 2022 se caracterizó por aumentos en los precios de los alimentos y el combustible, particularmente hacia la segunda mitad del año pasado. Esto se sumó a la pérdida de poder adquisitivo, hasta su nivel más alto en décadas para muchas economías avanzadas.
Como resultado, estos bienes básicos aumentaron a nivel mundial en cuanto a incidentes de robo de carga registrados el año pasado.
“Esto se debe en parte a la inflación, pero también a las inclemencias del tiempo, el aumento de los costos de la energía y la guerra en Ucrania”, señalan BSI y TT Club.
Por ejemplo, en México la inflación general concluyó en 2022 con un incremento anual de 7.82 por ciento, la mayor escalada de precios para un diciembre en 22 años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Así, señala el estudio, los consumidores tienden a buscar productos más baratos, lo que a menudo incentiva un mercado negro, o una demanda de bienes ilícitos.
BSI y TT Club señalan que, tras esta demanda de productos robados, han detectado aumentos sostenidos de vandalismo y saqueo de carga en países como México, Sudáfrica y Perú.
Los productos más deseados
Tomando en cuenta esta tendencia, las estadísticas de robo de alimentos y bebidas a nivel mundial revean que este tipo de productos representaron el 14.4% del total de incidentes registrados en 2020, cifra que en 2022 se colocó en aproximadamente el 16.4 por ciento, convirtiendo a este tipo de mercancía como la más hurtada.
En nuestro país, esta categoría representó el 29% de los hechos registrados al tercer trimestre del año pasado, de acuerdo con datos del Centro de Inteligencia de Cadena de Suministro de Sensitech (SCIC).
El combustible es otro de los casos que se ha visto impactado por la inflación, pues el año pasado representó el 8% de los robos de carga a nivel global, cifra que en 2020 se ubicaba en 5.5 por ciento.
Los productos automotrices también experimentaron un aumento en los robos en 2022, pues pasaron del 4.1% del total en 2020 a 9% en 2022.
Los expertos de BSI y TT Club anticipan que, con las dificultades en la cadena de suministro de la industria automotriz, los inventarios de petróleo crudo bajos, así como los conflictos geopolíticos en Ucrania y los desastres naturales que provocan un aumento de los precios de los alimentos, es probable que se presente una gran cantidad de robos de estos productos.
“Esto es significativo para las tendencias delictivas de carga de cara a futuro, porque los aumentos de precios de bienes básicos como alimentos y combustible podrían causar que algunas de las tendencias que vimos a lo largo de 2022 se mantengan en 2023”, señala el estudio.
Leer: Robo a la última milla y extorsiones a transportistas golpean al comercio
No sólo el “qué”, también el “cómo”
En 2022, fue clave en el panorama logístico para superar las congestiones portuarias y la escasez de productos experimentada durante los dos años anteriores; esto permitió que la carga llenara los almacenes y los centros de distribución en todo el mundo, aumentando los casos de robo a estas instalaciones.
BSI y TT Club siguieron este modus operandi, que pasó de representar el 24% de los casos en 2021 al 26% en 2022, convirtiéndose en el principal tipo de robo durante el año pasado.
Este tipo de actividad delictiva desplazó al secuestro de unidades como principal modus operandi, pues la cantidad de contenedores y carga en reposo también aumentó por interrupciones en la cadena de suministro, como toma de vías de comunicación.
“En el corto plazo, anticipamos eventos adicionales de saqueos y delincuentes que apuntan a la carga en reposo a medida que el conflicto social continúan en tendencia en 2023”, revela el análisis de BSI y TT Club.
De hecho, el estudio estima que el secuestro de unidades sea una tendencia a la baja en el corto plazo, incluso en los países de mayor riesgo, como Brasil, la India, Sudáfrica y, sí, México.
Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: