Un reto para la para la próxima administración será la cooperación e integración regional de manera que los beneficios de la relocalización de empresas, nearshoring, se reflejen en mayor progreso social, señaló el colectivo México, ¿cómo vamos?.
En un análisis sobre política exterior, “Rumbo al tercer debate presidencial: ¿cómo vamos?, la organización destacó que la relación estrecha con nuestros vecinos del norte ha generado confluencias sociales y económicas positivas para los mexicanos.
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Por lo que las palabras cooperación e integración regional deben ser clave para los candidatos al discutir sus propuestas de política exterior para los próximos 6 años.
En aspectos como la inversión relacionada con el nearshoring será clave descentralizar la conversación dado que el progreso social es una condición necesaria para la atracción de nuevas inversiones.
“La correlación entre anuncios de inversión y progreso social revela otro gran reto para la siguiente administración que es integrar a los estados con poco progreso social y pocos anuncios al dinamismo económico generado por el nearshoring”.
La falta de progreso social es latente en la región del sur-sureste, por lo que el gobierno debe maximizar las virtudes económicas de la región e integrarlas en el contexto actual del nearshoring.
En 2023, el comercio regional en Norteamérica se encuentra en un máximo histórico con un valor de 1.6 billones de dólares, además se observa una creciente dependencia entre el comercio regional dado que el 80% del comercio exterior de México es con Estados Unidos.
Desde el cierre de 2023, México es el principal socio comercial de Estados Unidos y en marzo de 2024 se registra que esta relación como principales socios comerciales continúa.
Migración y movilidad laboral
De acuerdo con el análisis de México ¿cómo vamos? la integración regional va más allá de indicadores económicos y uno de los retos en la política exterior es la migración que tiene perspectivas opuestas en ambos lados de la frontera.
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La movilidad laboral es una solución clave en esta disyuntiva. Existen en el T-MEC capítulos como el 16, 23 y 26 que habilitan usar herramientas como visas de trabajo para movilizar de forma legal y ordenada a profesionistas mexicanos y canadienses.
Otra tarea de nuestro lado de la frontera es atender la formación académica de estudiantes para que sus talentos sean atractivos para las nuevas habilidades que exija el mercado laboral regional y que agilice su movilidad laboral en el futuro.
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