La Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU, por sus siglas en inglés) lamentó la decisión del Parlamento Europeo para ampliar el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS II) al transporte por carretera y los edificios, al considerar que es «poco práctica» y «hostil» contra el sector.
A través de un comunicado, la organización reiteró que la propuesta del ETS II presentada por la Comisión Medioambiental del Parlamento (ENVI) es poco práctica y no se ajusta a su propósito, ya que supondrá un costo extra y no un incentivo para la descarbonización de los operadores de transporte.
“Nos sorprende ver que, a pesar del enfoque constructivo de la industria, la propuesta poco práctica y hostil de la ENVI sobre ETS II finalmente convenció al Parlamento Europeo de ir en contra del sector del transporte comercial por carretera (…) El sector está preocupado por el riesgo muy real de un aumento de la base de costos, sin retorno y sin ninguna posibilidad realista de cambiar a vehículos de cero emisiones en el corto plazo”, señaló Raluca Marian, directora de defensa de la UE de IRU.
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En la víspera, en sesión plenaria, el Parlamento Europeo aprobó por 439 votos a favor, 157 en contra y 32 abstenciones la ampliación del ETS II al transporte por carretera y los edificios, ampliando así el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea.
La asociación gremial instó a una introducción gradual del ETS, alineado con la tecnología y los desarrollos de infraestructura de carga; la eliminación de múltiples impuestos o cobros por emisiones de CO2; la reinversión de los ingresos obtenidos para ayudar a la descabornización del autotransporte; y la inclusión de usuarios de caminos privados y comerciales.
Asimismo, destacó que la reciente atenuación de las ambiciones de la UE en el despliegue de infraestructura de combustibles alternativos por parte del Consejo Europeo es una señal de que el cambio a vehículos pesados de cero emisiones no es una prioridad para los Estados miembros de la mancomunidad.
Por lo que «la inclusión del transporte por carretera en el ETS supondrá un recargo, sin que sirva como incentivo para la descarbonización de los operadores de transporte, siempre que las alternativas de cero emisiones no estén suficientemente disponibles».
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La IRU mencionó que de no cumplirse la condición básica para el cambio a dichos vehículos, la disponibilidad de infraestructura para el reabastecimiento de combustible, la UE no tiene justificación para un aumento inmediato de los impuestos y cargos sobre las emisiones de CO2 de los servicios comerciales de transporte por carretera.
Enfatizó la necesidad de una tributación inteligente que incentive a los operadores de transporte por carretera a descarbonizarse, no un sistema que los penalice.
“Si la opinión del Parlamento convence al Consejo, prevemos un impacto dramático en la industria, en el transporte por carretera en general, y un gran revés para la descarbonización”, indicó Marian.
Asimismo, agregó que “es una mala decisión en muchos niveles: habrá impracticabilidad a la hora de distinguir entre vehículos privados y de uso comercial; el transporte público se encarecerá, lo que aumentará el uso de automóviles privados y las emisiones de CO2″; y que los ingresos del ETS obtenidos del autotransporte serán insuficientes para financiar las inversiones necesarias para los objetivos establecidos en el plan RePowerEU y para financiar el Fondo Social para el Clima.
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