La pandemia de COVID-19 continúa afectando a la industria automotriz, tal es el caso de Toyota Motor Corporation, quien ha disminuido su producción en distintas ocasiones y recientemente anunció otra suspensión de operaciones en algunas de sus plantas nacionales.
La empresa nipona informó que debio a la baja asistencia causada por un brote de COVID-19 en uno de sus proveedores, sumado a la escasez en el suministro de piezas ocasionada por un defecto en el equipo de producción de otro proveedor, a partir de este viernes 17 de junio reducirá la manufactura de vehículos.
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Serán 11 de 28 líneas en 7 de sus 14 plantas en Japón las que suspenderán labores, y como resultado de ello, la producción de alrededor de 40,000 unidades se verá afectada.
Así el plan de producción global original que rondaba en las 800,000 unidades se revisa a aproximadamente 750,000.
A través de un comunicado, Toyota señaló que la escasez de semiconductores y la propagación de COVID-19 vuelve difícil mirar hacia el futuro, por lo que existe la posibilidad de que el plan de producción sea menor.
Asimismo, enfatizó que se realizará lo necesario para minimizar las disminuciones repentinas en la producción y entregar la mayor cantidad de vehículos a los clientes.
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Las plantas que resultarán afectadas por la suspensión de operaciones son: Planta Motomachi, Planta de Takaoka, Planta de Tsutsumi, Planta de Tahara, Kyushu Miyata, Planta de Iwate del este de Japón, Planta Miyagi Ohira, Auto Body Yoshiwara y DaihatsuMotor Corporation.
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