El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) pronosticó que el país cerrará este año con un crecimiento económico de 3% y una inflación de 8.4%; y a la par advirtió que «2023 será un año de múltiples desafíos», en un entorno económico desafiante a nivel global y en un ambiente político interno «afectado por las descalificaciones y la falta de propuestas».

El resultado proviene principalmente de un crecimiento de las exportaciones, por el restablecimiento de la movilidad y de la recuperación de varios sectores que todavía venían rezagados desde la etapa más profunda de la pandemia. No obstante, dicha recuperación ha sido insuficiente«.

A través de un comunicado, el IMEF destacó que los pronósticos de la mayoría de los analistas para los próximos años muestran tasas de crecimiento menores al 2%, reflejando que el país perdió también capacidad estructural de crecimiento de largo plazo, respecto al promedio de los 30 años previos al 2019.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al tercer trimestre del 2022 el Producto Interno Bruto de México fue 0.41% inferior al del tercer trimestre del 2018.

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Al presentar la Evaluación General Sobre el Desempeño Económico de México, Alejandro Hernández Bringas, presidente nacional del IMEF, advirtió que el país perdió capacidad estructural de crecimiento de largo plazo; y agregó que el menor crecimiento económico ha implicado un deterioro del ingreso promedio de los mexicanos.

“El ingreso promedio por habitante es -4.3% menor al de 2017. Adicionalmente, el CONEVAL ha informado que al tercer trimestre del 2022 la pobreza laboral sigue siendo alta, pues 40.1% de la población en México no puede pagar con su ingreso laboral una canasta alimentaria básica”, indicó.

Respecto a los desafíos para las finanzas públicas durante 2023, Hernández Bringas expresó su preocupación de que pueda presentarse una insuficiencia en los ingresos ante la sobrestimación del crecimiento económico, combinado con los compromisos de gasto para “proyectos de infraestructura de dudosa rentabilidad económica y social”.

Sobre el entorno económico global, el IMEF resaltó que las perspectivas en esta materia se han deteriorado por varios factores, como la mayor inflación, el alza a las tasas de interés y el ambiente de guerra en Europa, con lo cual el riesgo de una recesión en el 2023 ha aumentado.

«La economía mundial ya está experimentando una desaceleración generalizada y la volatilidad de los mercados financieros internacionales refleja la dificultad que tienen los inversionistas para interpretar un futuro incierto».

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Destacó que en el caso de Estados Unidos se ha observado un menor ritmo del consumo y las ventas al por menor se han estancado; por lo que evolución de la economía del principal socio comercial de México y la demanda por productos mexicanos tendrá un importante impacto sobre el desempeño económico del país, así como las discusiones que puedan darse en el marco del T-MEC.

Recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento de la economía de EU se desacelere al 1% en 2023, desde el 1.6% esperado para este año, lo que tendría un impacto negativo importante sobre las exportaciones mexicanas.

Señaló que para 2022 se anticipa una inflación del 8.4% y el balance de riesgos para la misma «sigue con un sesgo al alza» para el año que comienza; y resaltó que existen algunas señales que sugieren la disminución de ciertas presiones inflacionarias, aunque la inflación subyacente continúa generando preocupación.

En ese sentido, el IMEF advirtió que los próximos meses serán críticos para confirmar si las medidas de política monetaria en México y en otros países han tenido el efecto deseado.

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