“La semana pasada, compañeros transportistas nos avisaron que en la salida a San Martín Obispo para incorporarse a la pista, ya sea para Tepotzotlán o para México, están robando. Ahí están parados, todo mundo sabe, todo mundo los ve y nadie hace nada. El robo a transportistas cada vez está peor”, sostiene Antonio Ocaña, quien opera en la zona Centro del país.
El transportista refiere que en San Martín Obispo, en el punto de la estación de abasto de combustible, los delincuentes aprovechan que los vehículos pesados reducen la velocidad en una zona de baches para atracarlos, cualquier oportunidad es buena para atacar.
De hecho, detalla que cada vez utilizan métodos más evidentes en las carreteras, como atravesar remolques para obligar a parar a los operadores.
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Datos del Gobierno federal refieren que, entre enero y junio de este año, fueron iniciadas 6,170 carpetas de investigación por robo a transportistas en territorio nacional, una baja de 12.3% respecto a los primeros seis meses de 2023.
Al consultar a operadores, responsables de empresas transportistas y expertos en seguridad patrimonial, las cifras contrastan con la realidad.
Un reporte de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV) y Overhaul, firmas especializadas en la gestión de riesgos, indica un incremento en el robo de carga en México de 10% en el primer semestre de 2024.
Este indicador, que solo aplica para el universo de sus asociados, los lleva a proyectar un cierre de año con un alza de 5.9% anual.
Robo a transportistas requiere atención
Expertos consultados por TyT sostienen que es urgente y necesario analizar a fondo la manera en que autoridades de la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR) están registrando el delito de robo a transportistas, porque es posible que lo estén colocando en portación de arma de fuego, privación ilegal de la libertad o algún otro ilícito que está presente cuando se ataca al operador en carretera.
Otro aspecto a considerar es, si cada vez menos transportistas están ratificando sus denuncias. Llegar hasta las últimas consecuencias en el robo al autotransporte de carga tiene un elevado costo para las empresas, a esto se suma que no siempre colocan tras las rejas a los delincuentes.
La Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS) informó de una baja de 33.9% en el robo de carga, en el primer semestre de 2024, con 203 reportes entre clientes de las 36 empresas pertenecientes a la agrupación.
Marco Antonio Barberi, vicepresidente de Relaciones Públicas de AMESIS, comparte en entrevista que este descenso deriva de acciones preventivas promovidas desde la Asociación:
Hace varios años los transportistas se enfocaban en el camión y la mercancía. Hoy las empresas también se centran en el operador, en su capacitación, horarios de manejo, colocarles a su disposición tecnología. Hay cosas que se están haciendo bien”.
El especialista precisa que las cifras que comparten son las debidamente verificadas. “Son de todo aquel robo registrado del inicio al fin y que está documentado. Puede haber una gran cantidad de robos que nosotros no tengamos documentados o que los clientes de las empresas que pertenecen a la Asociación no los están reportando y que probablemente solo reportan a la autoridad o ni siquiera a la autoridad”, detalla.
Aquí es donde nuevamente se llega a un punto crítico en el robo a transportistas. Las cifras del Gobierno federal e incluso de las empresas especializadas siguen siendo elevadas y la realidad vivida en las carreteras refiere que hay una creciente cifra negra del delito en México.
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La cifra negra sí es posible en el autotransporte de carga
Barberi comparte que, en ocasiones, las víctimas hacen una pre denuncia ante las autoridades por robo, la cual es necesaria para hacer valer el seguro de las unidades pesadas; sin embargo, las empresas o empresarios enfrentan un proceso promedio de tres meses y gastos superiores a los 100,000 pesos en pago de grúas y corralones para recuperar sus activos.
Incluso hay unidades que probablemente no tenemos reportadas, porque muchas veces van custodiadas o tienen dispositivos de localización en el tracto, pero el transportista no tiene la cultura de proteger su caja, tolva, remolque o autotanque.
Cuando pasa esto, muchas veces dicen ‘espérate, va a aparecer, porque me saldrá más barato a que el gobierno tarde tres meses en entregármelo y me cueste una millonada con los arrastres y corralones’. Un transportista puede tardar hasta seis meses en recuperar una caja o camión”.
Por este largo proceso y costo económico para las compañías, hay transportistas que prefieren no acudir ante el Ministerio Público a ratificar la denuncia por robo y prefieren confiar en su suerte para que aparezcan sus unidades pesadas en algún camino o terracería.
Sí, aquí se abre un espacio idóneo para la denominada “cifra negra”, factor que puede estar influyendo en esta brecha entre los datos del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la realidad vivida en las carreteras. La SSPC y la FGR informan sólo sobre carpetas de investigación abiertas.
Robo a transportistas tiene riesgos asociados
Además de los costos abordados, las empresas transportistas se enfrentan a más riesgos al recuperar sus unidades pesadas. La inseguridad, en algunos casos, permea hasta a los sitios de resguardo como los corralones.
Omar Arredondo, gerente Operativo de Transportes Comandos del Norte, comparte con TyT que hay distintos factores que evalúan los transportistas para continuar la denuncia o no. Uno de ellos es reportar o no a la aseguradora para no golpear la póliza, porque aumenta la siniestralidad y a la vuelta de año impacta en el costo del seguro, pero hay más factores de fondo.
En 2021, la empresa fue víctima de robo: los dos tractocamiones y sus cajas cargadas fueron hallados en Querétaro, consignados por el Ministerio Público y llevados a un corralón. Así, desde Mexicali, Baja California, Arredondo viajó al estado del Bajío para su recuperación.
Sin embargo, pese a que existía un orden del Ministerio Público, los responsables del corralón no querían entregar los activos y fue en ese proceso cuando les robaron la carga.
«Las cajas fueron abiertas de un costado como si fueran latas de sardinas y nos robaron el 100% de la carga, que eran pantallas y monitores. Estaban coludidos. Es un riesgo recuperar las unidades, porque los corralones están muy escondidos y no conocemos las zonas”, añade.
Detalla que en ocasiones, las empresas evalúan si el tractocamión era viejo o si iba vacío. En el caso de Comandos del Norte ven la denuncia como una responsabilidad con el cliente; además, su flota son modelos 2025 y los más viejos son 2022.
“Sin duda alguna, el robo va en aumento, cada vez está peor y muchas veces el transportista deja de denunciar, ¿para qué si no va a pasar nada?”, concluye.
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